En un contexto marcado por la desaceleración inflacionaria, pero con aumentos sectorizados, el precio de los combustibles volverá a modificarse a partir de este domingo. La medida se enmarca dentro del esquema de actualización tributaria que el Gobierno viene aplicando de forma mensual, y genera preocupación tanto en los consumidores como en el sector del transporte y la logística.
Cómo se compone el nuevo aumento del precio de los combustibles
El incremento de junio se debe a la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que se traslada de forma directa al precio final que pagan los consumidores. Se trata de una medida ya prevista en el Decreto 107/24, mediante el cual el Gobierno nacional estableció un cronograma de aumentos parciales hasta agosto.
En esta ocasión, se aplicará la parte correspondiente al cuarto trimestre de 2023, que había sido postergada a modo de compensación inflacionaria. Según estimaciones del sector, este componente agregará entre un 1% y un 1,5% al precio final de los combustibles.
Además del componente impositivo, las empresas petroleras podrían aplicar una actualización adicional por precio del barril de crudo y variaciones del tipo de cambio, lo que dejaría el incremento total en torno al 4% o incluso más, dependiendo de la región.
Cuál será el impacto en los surtidores
El aumento comenzará a regir desde la medianoche del domingo 1 de junio, y los nuevos valores se harán sentir principalmente en las estaciones de servicio de la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires, donde los precios suelen servir como referencia para el resto del país.
A continuación, una estimación orientativa de cómo quedarían los precios en CABA tras la actualización:
Combustible | Precio actual | Estimado con aumento del 4% |
---|---|---|
Nafta súper | $870 | $905 |
Nafta premium (Infinia) | $1.074 | $1.117 |
Gasoil | $918 | $955 |
Gasoil premium (Infinia Diésel) | $1.159 | $1.205 |
Los valores pueden variar dependiendo de la estación, la marca y la región del país.
Qué puede pasar en julio y agosto
El cronograma oficial prevé nuevas actualizaciones del ICL e IDC en los próximos dos meses. Si no hay cambios en la política del Gobierno, se aplicarán los tramos correspondientes al primer trimestre de 2024 en julio y agosto, respectivamente. Esto implica que los combustibles podrían seguir ajustándose, aun si el precio del petróleo se mantiene estable.
Además, el comportamiento del dólar, el valor del barril Brent y las paritarias del sector seguirán jugando un rol clave en las decisiones de las petroleras.
Cómo afecta este aumento a los distintos sectores
El alza en los combustibles tiene impacto directo en el bolsillo de los consumidores, pero también repercute en otros sectores sensibles:
- Transporte público y de carga: si bien las tarifas están reguladas, los costos de operación aumentan y pueden trasladarse a futuro.
- Precios mayoristas: el traslado del aumento al transporte de mercadería puede influir en el precio final de productos básicos.
- Economías regionales: en provincias donde la distribución depende más del transporte terrestre, los aumentos afectan de forma más inmediata.
En este escenario, tanto usuarios particulares como empresas deberán ajustar sus presupuestos en función de los nuevos valores que regirán a partir de junio.