Alejandro Carcano, un ciclista argentino de 57 años, completó una travesía de tres meses que lo llevó desde Buenos Aires hasta Nueva York, con el objetivo de visibilizar la lucha contra el Parkinson. Su aventura, que comenzó el 1° de junio, lo llevó a recorrer 12.000 kilómetros y a enfrentar numerosos desafíos en el camino, siendo el principal su propia condición médica.
Una travesía marcada por desafíos y encuentros inesperados
Durante su recorrido, Carcano enfrentó la dura realidad de pedalear entre 150 y 200 kilómetros diarios, dependiendo de su estado físico. En su búsqueda de hospedaje, la solidaridad de las comunidades locales le permitió descansar en lugares desde estaciones de servicio hasta residencias de familias. En algunos momentos, fue invitado a cenar tras compartir su historia. “Me invitaron a comer infinidad de veces porque la bicicleta y mi indumentaria llamaban la atención”, compartió Carcano.
En el camino, su trayecto lo llevó a enfrentar situaciones complejas. Una de las más significativas ocurrió al cruzar la frontera entre Perú y Ecuador, donde un cambio repentino en las normativas de vacunación lo obligó a permanecer en cuarentena durante doce días. También vivió momentos tensos en México, donde la creciente presencia policial generó un ambiente de incertidumbre. “No me pasó nada, pero la sensación de que camionetas llenas de policías pasaban junto a mí no es agradable”, recordó.
La motivación detrás del recorrido
La travesía de Carcano no solo representó un desafío físico, sino también un esfuerzo por recaudar fondos para su fundación llamada Indepar, que promueve la investigación sobre el Parkinson. La idea de ayudar a aquellos que sufren la misma enfermedad lo impulsó a emprender este viaje, demostrando que es posible vivir activamente a pesar de los retos que representa esta condición. “Tengo claro que los tiempos de la investigación son largos”, afirmó Carcano acerca de sus expectativas.
En su experiencia, el recibimiento de personas dispuestas a cooperar y ofrecerle alojamiento fue una constante que lo motivó en su propósito. “La gente es solidaria, incluso aquellos que tienen poco”, destacó, remarcando el impacto de tales encuentros en su travesía.
Reflexiones sobre América y el Parkinson
A lo largo del viaje, Carcano también pudo observar la diversidad cultural y económica de los países que atravesó. Destacó que, aunque Argentina posee infraestructura y riquezas, la pobreza y desigualdad son evidentes en toda América. “Nuestro país es maravilloso”, enfatizó, al comparar su experiencia en Argentina con lo que encontró en otros países de Latinoamérica.
Al llegar a su destino en Nueva York, Carcano reflexionó sobre su experiencia. “Esta travesía es una de las cosas más importantes que hice en mi vida”, comentó, mientras resaltaba la capacidad de adaptación y la resiliencia que encontró tanto en él como en la gente que conoció. “Quiero contarle a quien quiera oírme que es posible vivir con el Parkinson”, concluyó Carcano, reafirmando su compromiso con la visibilidad de la enfermedad y la esperanza que busca transmitir a otros.