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En una ceremonia celebrada en la Legislatura bonaerense, el gobernador Axel Kicillof asumió su segundo mandato al frente de la provincia de Buenos Aires.
En su discurso ante la Asamblea Legislativa, destacó la importancia de seguir adelante a pesar de los desafíos de los últimos cuatro años y expresó su compromiso de gobernar para todos los ciudadanos, sin distinción.
El gobernador hizo hincapié en el escenario político actual de Argentina, reconociendo las fuerzas políticas distintas que gobiernan en la provincia y a nivel nacional. En referencia a su reelección, Kicillof señaló que ésta se produjo en medio de un malestar social significativo, pero subrayó que la elección no representaba una continuidad mecánica, sino un respaldo para continuar la transformación de la provincia.
Destacando el respaldo de los bonaerenses, Kicillof afirmó que la provincia se ha teñido de celeste con la recuperación de varios municipios. También enfatizó que, a pesar de las dificultades, los ciudadanos optaron por una visión que requiere “más y mejor Estado”, rechazando la idea de solucionar los problemas mediante medidas de ajuste.
En su discurso, el gobernador reclamó por los recursos que corresponden a la provincia de Buenos Aires, destacando la importancia de un diagnóstico preciso para encontrar soluciones. Señaló que la provincia es la que menos recursos gastó por habitante el año pasado y la segunda con menos trabajadores estatales por cada mil habitantes.
Kicillof atribuyó la desventaja comparativa de la provincia a la distribución desigual de la coparticipación, argumentando que Buenos Aires aporta cerca del 40% pero recibe poco más del 20%. Calificó esta situación como una “enorme injusticia” que limita las posibilidades de brindar servicios públicos de calidad.
En un llamado a la acción, el gobernador instó a todos los partidos políticos representados en la legislatura a unirse en el esfuerzo de recuperar los recursos que considera que fueron quitados injustamente a la provincia de Buenos Aires. Enfatizó la necesidad de corregir la desproporción entre lo que la provincia produce y aporta, y lo que recibe.