La reforma laboral en Argentina se convirtió en el eje central del debate económico y político en los últimos meses. Si sos trabajador o empleador, sabés que el marco normativo de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) está en constante revisión. La intención de la actual gestión es clara: flexibilizar y dinamizar un mercado de trabajo con altas tasas de informalidad.
A diferencia de intentos anteriores, la reforma actual se desarrolló en dos etapas: una que ya tiene fuerza de ley (a través de la Ley Bases) y otra que se está impulsando con foco en la negociación colectiva y el salario.
Te contamos qué cambios ya están vigentes y cuáles son las propuestas clave que concentran hoy la atención de los sindicatos y las cámaras empresarias.
Los cambios que ya rigen: Ley Bases (Ley N° 27.742)
Tras la suspensión judicial del capítulo laboral del DNU 70/2023, la Ley Bases recogió y consolidó varios puntos que hoy son ley. Estos afectan directamente las condiciones de contratación y de despido:
Periodo de prueba: más tiempo para las PyMEs
Una de las modificaciones centrales es la ampliación del período de prueba. Este tiempo inicial en el que se podés extinguir la relación laboral sin causa ni indemnización, se extiende en función del tamaño de la empresa:
- Estándar: Se amplía de 3 a 6 meses.
- Empresas Medianas (6 a 100 empleados): El convenio colectivo podrá extenderlo a 8 meses.
- Micro y Pequeñas Empresas (hasta 5 empleados): El convenio colectivo podrá extenderlo hasta 1 año.
Nuevo sistema de indemnización: el Fondo de Cese
La Ley Bases abrió la puerta para un cambio de paradigma en el régimen de despidos, aunque solo es opcional y depende de la negociación sectorial.
Se habilita la creación de un Fondo de Cese Laboral o un sistema de seguro que reemplace a la indemnización tradicional del artículo 245 de la LCT.
Este mecanismo, similar al que usa la UOCRA en la construcción, implicaría:
- Aportes mensuales: Tanto el empleador como el trabajador realizarían contribuciones periódicas a un fondo administrado por terceros (bancos, aseguradoras).
- Uso del dinero: El monto acumulado se usaría para cubrir la indemnización en caso de despido sin causa. Si la relación laboral finaliza por renuncia, el destino de esos fondos debe ser definido por el convenio colectivo.
Blanqueo laboral y eliminación de multas
El objetivo de reducir la informalidad (que hoy afecta a casi la mitad de los trabajadores) se ataca con un Programa de Regularización de Empleo no Registrado.
- Amnistía: Los empleadores que regularicen relaciones laborales no declaradas podrán quedar eximidos de deudas, multas y sanciones (incluyendo las multas de las Leyes 24.013 y 25.323), que históricamente agravaron los juicios laborales. Podés consultar el sitio oficial de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para más detalles sobre este régimen.
- Argumento: La intención es que la eliminación de estas multas reduzca la “industria del juicio” y motive a las PyMEs a registrar a sus empleados.
Las propuestas clave de la agenda 2025: Salario Dinámico y Convenios por Empresa
Más allá de la Ley Bases, el foco del Gobierno Nacional y los empresarios está puesto en avanzar sobre dos reformas estructurales que modifican la esencia misma de la negociación colectiva. Estos puntos generan la mayor resistencia del sindicalismo.
1. Salario dinámico o “Salario por mérito”
Esta es la iniciativa más reciente y ambiciosa. La propuesta es desacoplar una parte del salario del piso fijado por los convenios colectivos.
El concepto se basa en que los acuerdos paritarios (que son obligatorios para todos los trabajadores del sector) solo establezcan un salario mínimo garantizado o de referencia. Por encima de ese piso, las empresas podrán ofrecer incrementos remunerativos ligados a:
- Productividad: Aumentos por metas o desempeño individual.
- Mérito: Diferenciación salarial basada en la contribución del trabajador.
- Rendimiento empresarial: Que los salarios se ajusten a la realidad económica y financiera particular de la compañía, no solo a la inflación promedio.
Esto permitiría que los sueldos en blanco superen de forma más marcada los valores de convenio, buscando que el esfuerzo y el resultado se traduzcan directamente en el bolsillo.
2. Los convenios por empresa
Históricamente, la negociación colectiva en Argentina es “de actividad”. Esto significa que un convenio (por ejemplo, el de Comercio o el de Metalúrgicos) rige para todas las empresas del país que realizan esa actividad, sin importar su tamaño o situación financiera.
La reforma busca promover los convenios por empresa, permitiendo que:
- Una empresa o un grupo de empresas podrá negociar sus propias condiciones laborales con los trabajadores o su sindicato, priorizando estos acuerdos locales sobre el convenio general de actividad.
- Esto implica una mayor descentralización de las negociaciones, otorgando flexibilidad para adaptar horarios, regímenes de francos o categorías laborales a las necesidades específicas de la compañía.
¿Cómo sigue el proceso?
Estos últimos cambios (salario dinámico y convenios por empresa) se están negociando en el Congreso y forman parte de un paquete de leyes más amplio, que incluye también una reforma tributaria.
Para vos, como actor del mercado laboral, es fundamental seguir de cerca la reglamentación. Si tenés dudas sobre tu situación actual, siempre podés consultar la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) actualizada, la columna vertebral de nuestra legislación.
La reforma laboral en Argentina no es un tema cerrado. Representa una disputa de fondo entre la tradición protectora del derecho laboral y la necesidad de introducir mayor flexibilidad para combatir la precariedad y fomentar la inversión. El resultado final definirá las reglas de juego del empleo formal en los próximos años.