Nafta y gasoil suben hasta un 6% y ya no hay precios oficiales en las estaciones

La reciente suba del dólar ha llevado a que el precio de la nafta y el gasoil en Argentina vuelva a incrementarse, tras las elecciones en Provincia de Buenos Aires. Esta situación ha provocado un cambio en la forma en que las petroleras administran los precios.

¿Cómo los cambios en la regulación afectaron la transparencia de precios?

Las empresas petroleras han dejado de comunicar oficialmente sus cambios de precios, adoptando un sistema de “micropricing” que les permite ajustar los valores en diferentes momentos y áreas geográficas. Esta estrategia se implementó después de que el Gobierno derogara en junio la obligación de informar sobre aumentos o bajas en los combustibles, lo que ha generado una disminución de la transparencia en el sector. Hasta ese momento, los consumidores podían verificar los precios en tiempo real en más de 5.000 estaciones de servicio a través de la aplicación Precios en Surtidor.

Incrementos graduales en el precio de nafta y gasoil en los últimos meses

De acuerdo con el portal Surtidores, que monitorea los precios de YPF en la Ciudad de Buenos Aires, las naftas y el gasoil han experimentado un aumento promedio de entre 5% y 6% en los últimos días. Esta tendencia también se ha observado en otras marcas como Shell, Axion y Puma Energy. El precio de los combustibles en Argentina se ve influenciado por cuatro factores principales: el valor internacional del petróleo, la cotización del dólar, los biocombustibles y los impuestos aplicables. Tras los recientes cambios en el petróleo y el dólar, las refinadoras han optado por trasladar los incrementos de forma gradual.

Impacto en el consumo de combustibles y hábitos de los consumidores

El aumento en los precios ha tenido un efecto directo en el consumo: en julio, las ventas de combustibles mostraron una caída del 1,2% interanual. Frente a este panorama, se anticipa que los consumidores opten por alternativas más económicas, como la nafta súper o el GNC, lo que podría resultar en una reducción de la demanda de nafta premium, que es un 20% más cara.

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