Intendentes bonaerenses en crisis: advierten falta de fondos y presionan por la aprobación del presupuesto 2026

Mientras la economía provincial atraviesa un momento delicado y los municipios ven caer su recaudación, los intendentes bonaerenses enfrentan una de las etapas más difíciles de los últimos años. En medio de problemas financieros, inundaciones y caída del consumo, los jefes comunales esperan definiciones claves de la Legislatura para poder sostener el funcionamiento de sus distritos.

Municipios al borde de la emergencia

La situación económica de los municipios de la provincia de Buenos Aires se agravó por la baja recaudación tributaria y la merma en la coparticipación provincial.
De acuerdo con datos del Ministerio de Economía bonaerense, en los últimos dos años los distritos perdieron alrededor de $600.000 millones en ingresos provenientes de impuestos provinciales, sin contar la disminución de la cobranza de tasas locales.

Ante este escenario, varios municipios declararon la emergencia económica. Entre ellos se encuentran:

Las decisiones incluyen suspensión de horas extra, reducción de salarios políticos y priorización de recursos para garantizar servicios esenciales como salud, recolección de residuos y pago de sueldos.
Desde la Provincia hay preocupación por el pago del aguinaldo y las próximas negociaciones paritarias, que podrían agravar el panorama financiero.

El rol clave de la legislatura bonaerense

El gobernador Axel Kicillof envió a la Legislatura tres proyectos fundamentales para 2026: Presupuesto, Ley Fiscal y pedido de endeudamiento.
Los intendentes siguen con atención el debate, ya que de esas definiciones dependerá el nivel de asistencia económica que recibirán sus comunas.

Uno de los puntos más discutidos es la creación del Fondo de Fortalecimiento de la Inversión Municipal, incluido dentro del pedido de endeudamiento.
Según el texto, el 8% de los fondos obtenidos se destinará automáticamente a este fondo, que deberá ser utilizado exclusivamente para inversión, aunque el proyecto no especifica en qué tipo de obras o acciones.

La distribución del dinero se realizará de acuerdo con el Coeficiente Único de Distribución (CUD) establecido por la Ley 10.559.
Sin embargo, desde la oposición buscan que el fondo sea de monto fijo, actualizado por inflación y de uso libre para los intendentes, como sucedió en la negociación del 2023.

Reclamos y posiciones cruzadas

La Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo) también se pronunció sobre la situación.
Su secretario general, Hernán Doval, cuestionó la creciente contratación de personal bajo la figura de monotributo, y advirtió que esto constituye una forma de precarización laboral, al exceder los límites previstos en la Ley 14.656 para el trabajo temporario.

Por otro lado, el proyecto de Presupuesto incluye un capítulo especial para los municipios con medidas como:

  • Eximición de sanciones del Tribunal de Cuentas a funcionarios que usaron recursos afectados para otros fines en 2024, siempre que existan razones excepcionales y se restituyan en los próximos dos años.
  • Distribución automática del 16,14% de los recursos de la Ley Nacional de Educación entre los municipios, con destino prioritario a infraestructura escolar (50% mínimo en el conurbano y 40% en el interior).

Además, aunque de manera indirecta, el debate legislativo también reactivó la discusión sobre la reforma de la ley que limita las reelecciones indefinidas de intendentes y legisladores bonaerenses, un tema que sigue generando tensiones políticas dentro del oficialismo.

El peso político de los intendentes

A la crisis financiera se suma el componente político. Con dos años consecutivos sin Presupuesto ni Ley Fiscal, los intendentes oficialistas y opositores coinciden en que es urgente aprobar las normas para 2026.
Incluso el intendente libertario de 25 de Mayo, Ramiro Egüen, reconoció que “Kicillof necesita Presupuesto, impositiva y endeudamiento porque lo necesitamos todos los bonaerenses”.

El ministro de Gobierno, Carlos Bianco, resumió la tensión actual al afirmar que mientras la Legislatura demora la aprobación del financiamiento, “por mi despacho desfilan intendentes de todas las fuerzas pidiendo asistencia”.
Los jefes comunales, conscientes de su peso territorial, preparan su estrategia para incidir directamente en las negociaciones y asegurar los fondos que les permitan enfrentar el difícil cierre de año.

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