En medio del avance del proyecto de Reforma Laboral, comenzó a circular un nuevo borrador que despertó fuerte interés en el sector automotor. La posibilidad de modificar un tributo vigente desde hace años abrió expectativas y generó movimientos inmediatos entre concesionarias, terminales y compradores que evalúan si es conveniente anticipar o postergar decisiones de compra.
Qué propone el Gobierno sobre el impuesto interno
El documento preliminar incluye un artículo que plantea eliminar el impuesto interno a los automóviles 0 km, también conocido como impuesto al lujo. Esta carga impositiva afecta únicamente a los vehículos particulares y se actualiza de manera trimestral según el índice de precios mayoristas del sector.
Si la propuesta avanza en el Congreso durante las sesiones extraordinarias y comienza a regir desde el 1° de enero, representará un cambio que el sector esperaba desde hace años.
Qué autos se verían alcanzados por la baja de precios
Actualmente, el impuesto interno aplica a autos y SUV de gama alta. No tributan:
- Pick-ups
- Furgones
- Vans (al considerarse vehículos utilitarios)
Hoy, este impuesto implica:
- Una alícuota del 18% para modelos que superan los $102.000.000
- Un impacto efectivo cercano al 22% en el precio final
Si se elimina, los modelos alcanzados podrían bajar sus valores entre 20% y 22%, lo que generaría un efecto extendido hacia otros segmentos.
Cómo podría impactar en las ventas de diciembre
La sola posibilidad de que el impuesto quede sin efecto podría replicar lo ocurrido en enero de 2024, cuando se esperaba una eliminación que nunca llegó. Esto puede provocar que quienes planeaban comprar un vehículo de alta gama posterguen la operación en busca de un mejor precio en 2026.
Especialistas del sector señalan que:
- Los compradores de autos alcanzados por este tributo esperarán a la aprobación definitiva.
- Las ventas de gama alta podrían frenarse temporalmente.
- Las concesionarias podrían enfrentar un mes particular, con menos operaciones en los modelos más caros.
Qué son los impuestos internos y cómo funcionan hoy
Desde su reinstalación en 2020, el impuesto interno tuvo dos escalas:
- Escala 1: gravaba con 20% (impacto efectivo 25%) a autos de franja media-alta. Esta escala fue suspendida desde enero de 2025 para evitar que modelos populares tributen.
- Escala 2: aplicaba un 35% (impacto real 53%) a los autos más costosos. Su carga se redujo al 50% este año, y en la actualidad impacta sobre los vehículos con precio superior a $102.000.000.
Las pick-ups, incluso las más costosas del mercado, no se ven afectadas por tratarse de vehículos utilitarios.
Cómo se moverán los precios si el impuesto se elimina
De concretarse la eliminación, las terminales anticipan un efecto cascada en el mercado. Esto implica que la baja de los modelos más caros obligará a ajustar hacia abajo los precios de los vehículos que se encuentran inmediatamente por debajo.
Esto podría traducirse en:
- Un auto de $110.000.000 que pase a $90.000.000
- Modelos de $80.000.000 o $85.000.000 que deberán adecuar su valor
- Un arrastre que también impactará en unidades de $70.000.000, según la dinámica competitiva
Ejecutivos del sector remarcan que los autos de alta gama tienen márgenes de rentabilidad más elevados, por lo que las marcas cuentan con mayor flexibilidad para ajustar precios sin perjudicar sus balances.
Por qué el cambio podría incluirse dentro de la reforma laboral
Aunque la lógica indicaría que esta modificación tributaria se incluya en una reforma impositiva, especialistas explican que:
- Las reformas tributarias pueden ser retroactivas cuando favorecen al contribuyente, algo que en este caso sería difícil de aplicar por razones operativas.
- Incluir el cambio en la Reforma Laboral permitiría que entre en vigencia sin complicaciones administrativas.
- Las automotrices evitarían tener que devolver diferencias a concesionarias o clientes si el impuesto se eliminara retroactivamente.
Según analistas, esta vía reduciría distorsiones y permitiría una transición más clara para el mercado.













