La Directora de Emergencias Sanitarias de bonaerense, Patricia Spinelli, alertó a los afectados por la inundación presencia de víboras.
Puntualizó que ahora ” hay que cuidar todo lo que tiene que ver, cuando ya bajó el agua, con lo que son las serpientes y las ratas”.
“Hay que trabajar en la desratización, en el agua segura, en la buena limpieza de los rincones de la casa con agua y lavandina.
En Marchetti, una de las zonas periféricas y más afectadas por la inundación de Mercedes, el agua barrió con todo y el panorama es desolador.
Adentro de las casas no queda nada, sólo basura y muebles arruinados. Al caminar por el barrio, es imposible no sentir tristeza. Los perros están todavía arriba de los techos -incluso hay algunos muertos en el agua-, es difícil caminar por algunos sectores sin la ayuda de un palo de madera o kayaks, y hasta la capilla Santa Teresita está anegada.
Aunque el agua bajó significativamente, todavía la situación está lejos de normalizarse. Hay imágenes que duelen y parecen sacadas de una película: cerca de una de las viviendas, hay una víbora muerta, sin la cabeza. Está enrollada en un palo, como si estuviese exhibida para demostrar la indignación y la lucha. “Estaba al lado de los ladrillos de la casa. Tenía toda la pinta de ser venenosa y la maté con un machete”, dice Oscar Villalba, uno de los afectados, como si ya nada lo sorprendiese.
“Estoy haciendo guardia en la casa de mi cuñada para que nadie se robe nada. El agua acá nos llegó a todos al metro cuarenta”, dice. “Me lo trato de tomar con calma, lo material va y viene. Lo peor no es eso, sino que te queda un trauma en la cabeza que no te lo sacás más”, dice con la evidencia de su rostro cansado.