A lo largo de la Ruta 2, camino habitual hacia la Costa Atlántica, existen rincones que sorprenden por su historia y arquitectura. Uno de ellos es el castillo La Raquel, una joya del siglo XIX que, aunque pocos conocen, abre sus puertas para quienes buscan una experiencia distinta en la provincia de Buenos Aires.
La historia detrás de La Raquel
Ubicado en el kilómetro 168 de la Ruta 2, en el partido de Castelli, el castillo La Raquel fue construido en 1894 por Manuel Guerrero, hijo de Carlos José Guerrero, un empresario canario que llegó a Argentina en 1838. La familia Guerrero, de gran influencia en la región, adquirió vastas extensiones de tierra y desarrolló una estancia de más de 40.000 hectáreas dedicada a la producción agropecuaria.
La residencia, de estilo francés, destaca por su torre central color salmón, cúpula gris y grandes ventanales que ofrecen vistas al río Salado. Rodeada por una arboleda densa, la estancia combina elegancia europea con el paisaje pampeano.
Actividades y visitas en La Raquel
La estancia La Raquel abre sus puertas en fechas especiales para ofrecer a los visitantes una experiencia que combina historia, naturaleza y gastronomía. Durante estas jornadas, se pueden realizar:
- Visitas guiadas: recorridos por el interior del castillo y sus jardines, con explicaciones sobre la historia de la familia Guerrero y la arquitectura del lugar.
- Charlas históricas: presentaciones que profundizan en el legado cultural de la estancia y su impacto en la región.
- Almuerzos campestres: menús que combinan platos tradicionales con productos locales, servidos en un entorno natural.
- Recorridos botánicos: paseos por los jardines diseñados por el paisajista danés Frederic Forkel, que abarcan 80 hectáreas de parque.
Para participar de estas actividades, es necesario realizar una reserva previa a través del sitio web oficial de la estancia.
Cómo llegar a La Raquel
Desde la Ciudad de Buenos Aires, se debe tomar la Autopista Buenos Aires-La Plata y luego continuar por la Ruta 2 en dirección a Mar del Plata. Al cruzar el río Salado, la estancia se encuentra a mano derecha, aunque la vegetación puede ocultar la vista del castillo desde la ruta.
La Raquel es un destino ideal para quienes desean descubrir un rincón cargado de historia y belleza en el corazón de la provincia de Buenos Aires.