Un devastador accidente laboral sacudió este domingo la ciudad de San Lorenzo, dejando un saldo de cuatro trabajadores fallecidos y uno en estado crítico. El hecho ocurrió esta tarde en un edificio en construcción ubicado en San Carlos al 1000, entre las calles San Juan y Rivadavia, cuando un montacargas se desplomó desde el noveno piso con cinco operarios a bordo.
Según las primeras informaciones, el elevador, diseñado para transportar materiales y con una capacidad máxima de cuatro personas, llevaba a cinco trabajadores en el momento del siniestro. La sobrecarga es una de las principales hipótesis que las autoridades investigan como posible causa del colapso. El impacto fue letal para cuatro de los ocupantes, identificados como Matías Ezequiel Aquino (30) y Lucas Agustín Palacio (25), ambos oriundos de Florencia, y Alexis Ramón María Cettour (25) y Axel Maximiliano Vanwelle (25), de Hardy. Todos habían llegado recientemente desde la Provincia de Buenos Aires para sumarse a la obra.
El quinto trabajador, cuyo nombre no fue difundido, fue rescatado con vida pero en estado crítico. Fue trasladado de urgencia al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, donde permanece bajo asistencia respiratoria mecánica. Según el parte médico oficial, presenta lesiones cervicales, fractura de pelvis y graves heridas en extremidades, con un pronóstico reservado.
Bomberos Zapadores, personal del SIES y efectivos policiales acudieron rápidamente al lugar para asegurar la zona y asistir al herido. El fiscal Leandro Lucente, a cargo de la investigación, ordenó peritajes a la Policía de Investigaciones (PDI) para esclarecer las circunstancias del accidente. Los primeros indicios sugieren que el edificio carecía de un ascensor habilitado para el traslado de personas, lo que llevó a los obreros a utilizar el montacargas como medio de transporte, una práctica que está bajo escrutinio.
La tragedia ha conmocionado a la comunidad de San Lorenzo y reavivado el debate sobre las condiciones de seguridad en las obras en construcción. Las autoridades locales y provinciales se encuentran bajo presión para garantizar que se cumplan los protocolos de seguridad y evitar que tragedias como esta se repitan.