La Ciudad de Buenos Aires suma una nueva atracción que promete convertirse en una de las experiencias más buscadas por vecinos y turistas. En pleno corazón porteño, el mirador del Obelisco comienza a recibir visitantes que buscan descubrir la capital desde una perspectiva única, con vistas a 67,5 metros de altura. La apertura general llega tras semanas de expectativa y de pruebas exclusivas para un grupo reducido de personas.
El Obelisco abre sus puertas al público
Desde el sábado 1 de noviembre, cualquier persona podrá ingresar al interior del monumento más emblemático de la Ciudad. Ubicado en la intersección de las avenidas 9 de Julio y Corrientes, el Obelisco no solo es un símbolo histórico, sino también el nuevo punto panorámico más alto del centro porteño.
Semanas atrás, el Gobierno de la Ciudad habilitó la experiencia para un grupo de vecinos seleccionados mediante un concurso. Tras la buena recepción, la apertura se amplió para que tanto residentes como turistas puedan disfrutar de las vistas más imponentes de Buenos Aires.
Precios y cómo comprar entradas para subir al Obelisco
Las entradas se pueden adquirir a través de la preventa online en el sitio Mirador Obelisco, o de forma presencial en la esquina de Av. Diagonal Norte y Av. 9 de Julio.
Valores de las entradas:
- Residentes argentinos: $18.000
- No residentes: $36.000
El mirador funcionará todos los días de 9 a 17 h, permitiendo que los visitantes elijan distintos momentos del día para apreciar la ciudad desde las alturas.
Qué incluye la experiencia del mirador del Obelisco
Subir al Obelisco es mucho más que una simple visita. El recorrido, de unos 20 minutos de duración, ofrece una combinación de historia, cultura y vistas panorámicas inigualables. Según informaron desde el Gobierno porteño, estos son los principales puntos de la experiencia:
- Ascensor interno con vista panorámica.
- Recorrido de 20 minutos con guía narrada.
- Subida final por escalera caracol de 35 escalones.
- Mirador a 67,5 metros de altura con vistas de 360° sobre la ciudad.
- Narración histórica y cultural sobre el Obelisco y su entorno.
Es importante tener en cuenta que no se trata de un recorrido accesible para personas con movilidad reducida, debido al tramo final que requiere subir por escalera caracol. Además, en caso de mal clima o causas de fuerza mayor, las visitas podrán reprogramarse o reembolsarse.
El Obelisco cumple 89 años: historia de un ícono porteño
Construido en 1936 por el arquitecto Alberto Prebisch, el Obelisco conmemora el cuarto centenario de la primera fundación de Buenos Aires por Pedro de Mendoza. Con 89 años recién cumplidos, se mantiene como un Monumento Histórico Nacional y uno de los emblemas más reconocidos del país.
El acceso se realiza desde la Plaza de la República, donde comienza el ascenso a través de un pequeño tramo de 8 escalones que lleva al ascensor interno. Este sistema está sostenido por anclajes y acompañado por una escalera metálica que funciona como salida de emergencia.
La idea de incorporar un ascensor dentro del Obelisco fue parte del proyecto original. En una carta fechada el 4 de mayo de 1936, el entonces intendente De Vedia y Mitre ya manifestaba el propósito de dotar al monumento de un acceso interno para que el público pudiera llegar hasta su cúspide.
Originalmente revestido con piedra calcárea blanca de Córdoba, el Obelisco fue posteriormente cubierto con revoque, luego de que algunas piezas se desprendieran en 1939. Hoy, más de ocho décadas después, la Ciudad finalmente abre su interior al público, cumpliendo un sueño histórico para los porteños.














