La discusión sobre la reforma laboral volvió a tomar fuerza en Argentina, impulsada por el aumento de los juicios laborales y la necesidad de adaptar convenios colectivos que llevan décadas sin actualizarse. El Gobierno nacional prepara un proyecto que busca reducir la “industria del juicio”, fomentar el empleo formal y flexibilizar las negociaciones salariales.
Los ejes principales del proyecto oficial
El plan del Ejecutivo apunta a crear un marco laboral más simple, predecible y moderno, con medidas que favorezcan la contratación y reduzcan los conflictos judiciales. Entre los puntos más destacados:
- Actualización de convenios colectivos vigentes hace más de 70 años.
- Simplificación de los procesos registrales, mediante una “contratación express”.
- Cambios en la justicia laboral para poner fin a la industria del juicio.
- Autorización para pactar salarios en dólares en sectores exportadores.
El Gobierno también prevé eliminar más de 20 impuestos que considera distorsivos, con el objetivo de hacer más rentable blanquear empleo que mantenerlo informal.
El debate por los “salarios dinámicos”
Uno de los puntos más sensibles es la creación de salarios dinámicos, que reemplazarían los aumentos automáticos por inflación. En este esquema, los sueldos se ajustarían según la productividad y los resultados de cada empresa o sector, en lugar de seguir una pauta general.
Según la visión oficial, esta modalidad permitiría adaptar los aumentos a la realidad de cada firma. Sin embargo, los gremios advierten que podría generar desigualdades entre regiones y debilitar los pisos salariales.
Preocupación por la “industria del juicio”
De acuerdo con la Unión de Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (UART), los juicios laborales aumentaron 10,2% en los últimos dos años, y se espera que en 2025 superen las 130.000 nuevas causas, con un costo superior a $2 billones anuales.
El Gobierno considera que este problema desalienta la contratación formal y afecta sobre todo a las pymes, que enfrentan altos costos legales por conflictos laborales.
La reforma laboral que prepara el Ejecutivo promete abrir un fuerte debate político y sindical, en un intento por equilibrar mayor flexibilidad empresarial con la protección de los derechos laborales.
















