A partir de este jueves 1 de febrero, podría aumentar nuevamente el precio de los combustibles.
El Gobierno nacional evalúa la posibilidad de aplicar un aumento en dos impuestos clave que inciden directamente en el precio del litro de nafta y gasoil, lo que podría traducirse en un nuevo incremento en los surtidores.
Los impuestos en cuestión son el Impuesto al Combustible Líquido (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que no han sido ajustados durante los últimos 10 trimestres, desde julio de 2021.
La actualización de estos impuestos debería llevarse a cabo cada tres meses, de acuerdo con la variación del índice de precios al consumidor (inflación) acumulada del trimestre anterior, según lo establecido en el decreto N° 501 de mayo de 2018. Sin embargo, la administración de Alberto Fernández había dejado de aplicar estos ajustes, generando un atraso significativo.
Según la consultora Economía & Energía, si se recupera todo el atraso acumulado desde 2021, los impuestos podrían aumentar hasta un 377%.
Se estima que esto podría resultar en un aumento de aproximadamente $82 por litro en naftas y de $60 en gasoil, equivalente a un incremento promedio del 8%.
Empresas dedicadas a la refinación de combustibles señalan que, de aplicarse la actualización según la inflación de los últimos 10 trimestres, la nafta podría aumentar $95 y el gasoil $65, representando un incremento promedio del 11%.
Desde la Secretaría de Energía, se informó que están evaluando las posibles acciones respecto a estos impuestos, aunque reconocen que la decisión final está siendo estudiada a nivel del Ministerio de Economía.
La incertidumbre sobre el ajuste de estos impuestos genera preocupación en el sector y entre los consumidores, quienes podrían enfrentar un nuevo golpe en sus bolsillos si se materializa el aumento en los surtidores.
