La laguna de Chascomús, situada en la Provincia de Buenos Aires, es uno de los principales atractivos turísticos bonaerenses y un importante ecosistema de la región. Sin embargo, en el último año se ha venido observando una preocupante disminución del nivel de agua, producto de la falta de lluvias y la prolongada sequía que afecta a la mayor parte del territorio provincial.
Preocupante bajante del agua
El director de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Ricardo Miccino, se refirió a la problemática de la laguna y comentó “Chascomús se encuentra muy afectado por sequía y, en las últimas semanas, se notó una fuerte bajante de las aguas, lo que motivó que quedaran al descubierto amplios sectores de la ribera”.
Sequía histórica en la Provincia
En un informe realizado por el Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica (SISSA), destacaron que: “Uno de los estados más preocupantes lo tiene la Provincia de Buenos Aires, con casi 40% del territorio en una situación de sequía extrema. Solamente un 6% de la Provincia no está seca, el resto sí lo está”.
Los expertos afirman que se trata de una sequía histórica que no se ve desde hace décadas. Tal situación ya afectó severamente a la laguna de Navarro, localidad bonaerense a 120 km de Buenos Aires.
Lagunas en peligro de extinción
La laguna de Navarro es una de las más conocidas y apreciadas de la Provincia y en los últimos días desapareció por completo, ya no quedan ni rastros de agua.
El espejo de agua “hace algunos meses comenzó a perder caudal y hoy se puede cruzar caminando de punta a punta”, contaron los vecinos.
Esta situación, además de un impacto negativo en el medio ambiente y la pérdida de la biodiversidad, también genera un importante daño económico a la localidad, ya que era uno de sus principales atractivos turísticos.
En ese sentido, ahora los vecinos de Chascomús temen que su apreciada laguna siga el mismo camino. Por estos días, el sentimiento general es de tristeza. “Los accesos a la laguna son puro barro y piedras y no dan ganas de entrar al agua, que de por si está lejos y muy baja, apenas te llega a la rodilla”, contó un visitante.
La única solución: Más lluvias
Mientras tanto, el agua desciende cada vez más y la única forma de solucionar este problema es a través de la lluvia. Afortunadamente, los expertos pronostican la llegada del fenómeno El Niño para mediados de este año 2023, el cual traerá precipitaciones más prolongadas en la región.
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