“Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo, porque son histéricas y sienten culpa por no poder tener sexo libremente”. Fue la frase que condenó a Gustavo Cordera en el 2016 en una charla en la Facultad de Periodismo.
Entre otras repudiables frases, el músico expuso que le parecía “una aberración” que la ley no permitiera que los adultos tuvieran relaciones con menores de edad que “quieran” hacerlo. Además, una de las frases que más rechazo generó fue: “Si yo tengo algo bueno para darte, puedo desvirgarte como nadie en el mundo”.
Claro que sus dichos tomaron gran relenvancia en las redes sociales y derivó en una denuncia por parte del INADI. Gustavo Cordera fue imputado por incitación a la violencia contra las mujeres.
La Sala I de la Cámara Federal confirmó el procesamiento del músico por el delito de “incitación a la violencia colectiva contra grupo de personas o instituciones”.
Pero en abril del año pasado, Cordera propuso realizar una probetion y el Tribunal Oral en lo Correccional 7 de la Ciudad de Buenos Aires resolvió suspender el juicio. La probetion consistía en variadas reglas de conducta como:
- realizar una retractación y un pedido de disculpas públicas;
- fijar domicilio y someterse al control de la Dirección de Control y Asistencia de Ejecución Penal;
- realizar una capacitación;
- y tomar un curso relacionado con la problemática de la violencia de género.
Además, el músico propuso brindar dos recitales a beneficio de instituciones.
¿Cómo es el presente de Gustavo Cordera?
Actualmente, el ex Bersuit solo cumplió la parte del curso sobre violencia de género con un taller de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos de la Ciudad. Aunque también fue problemático en su momento, ya que en lugar de asistir como alumno, el músico pretendía acudir como docente.
Los dos shows gratuitos, que el acusado había propuesto, tampoco se cumplieron aún porque fueron pospuestos por la pandemia. Y el video con el pedido de disculpas, que sería difundido en las redes y en los medios, fue rechazado por la Justicia.
El motivo del rechazo viene desde la grabación del video, en la que Cordera se limitó a leer un texto que había escrito sin mirar a la cámara. Sus gestos, su tono de voz, demostraron no ser los apropiados para pedir disculpas según el Tribunal.
Esto significa que por ahora, y mientras que el imputado no cumpla con todas las reglas de su probetion, el juicio seguirá en curso.
