Una nueva advertencia médica está generando preocupación entre especialistas en postura y salud ósea: el uso excesivo del celular estaría provocando deformaciones en la columna de adolescentes y jóvenes adultos. Radiografías recientes muestran cambios estructurales que antes solo se observaban en personas mayores, y el fenómeno ya tiene nombre propio: “Joroba Millennial” o Text Neck.
Qué es la “Joroba Millennial”
Aunque el término se viralizó en redes, describe un problema real: una cifosis postural pronunciada acompañada de cabeza adelantada. El motivo es simple y preocupante.
La cabeza humana pesa alrededor de 5 kilos, pero cuando una persona inclina el cuello unos 60 grados para mirar el celular, la carga que soporta la columna cervical puede elevarse hasta los 27 kilos. Esta tensión sostenida obliga al cuerpo a adaptarse de forma negativa:
- Mayor curvatura dorsal que genera la típica “joroba”.
- Rigidez muscular crónica en cuello y hombros.
- Desgaste acelerado de discos intervertebrales, lo que puede derivar en artritis temprana.
Los especialistas advierten que estas alteraciones ya se están observando en chicos desde los 12 años y en adultos jóvenes que pasan muchas horas frente a pantallas pequeñas.

El polémico “cuerno óseo”: qué es y por qué aparece
Una de las señales más llamativas reportadas por quiroprácticos y estudios biomecánicos es la protuberancia occipital externa, un crecimiento del hueso en la base del cráneo que algunos describen como un pequeño “cuerno”.
Este espolón aparece cuando los ligamentos que sostienen la cabeza están sometidos a estrés constante. Para reforzar la zona, el cuerpo añade calcio y forma esta estructura ósea. No es peligrosa, pero sí es una alerta clara de que el cuello está bajo una carga anormal y persistente.
Síntomas de alerta: cómo saber si te está afectando
Si usás el celular más de 3 o 4 horas al día, prestá atención a estas señales de sobrecarga cervical:
- Dolor punzante en la base del cuello o la nuca.
- Hormigueo o adormecimiento en brazos y manos.
- Cefaleas tensionales recurrentes.
- Dificultad para mantener los hombros atrás o sensación de “pecho cerrado”.
Identificarlos a tiempo es clave para evitar daños a largo plazo.
Cómo prevenir o revertir el daño: 3 claves prácticas
Los especialistas coinciden en un mensaje contundente: “No bajes la cabeza para mirar el celular.” La postura se puede corregir si se actúa de manera consciente.
1. Regla de los ojos
Mantené el celular a la altura de la mirada. Levantá el teléfono, no inclines la cabeza. Es incómodo al principio, pero evita una carga innecesaria sobre las cervicales.
2. Ejercicio “Chin Tuck”
Varias veces al día, llevá la barbilla hacia atrás en línea recta, como si quisieras “esconderla”.
Este ejercicio alinea orejas-hombros y fortalece los músculos profundos del cuello.
3. Descansos activos
Cada 20 minutos, soltá el dispositivo y:
- Mové los hombros hacia atrás.
- Estirá el cuello mirando hacia el techo.
- Enderezá la espalda para reubicar la postura natural.
Son movimientos breves, pero muy efectivos.















