El oficialismo acelera negociaciones y busca aprobar el presupuesto 2026 en sesiones extraordinarias

A horas del inicio del período de sesiones extraordinarias, el escenario político en el Congreso vuelve a tensarse. Las negociaciones se multiplican, los bloques afinan posiciones y el oficialismo intenta ordenar una estrategia que le permita avanzar con su agenda legislativa en un contexto donde cada voto puede definir el rumbo del Presupuesto 2026, el proyecto más urgente para la Casa Rosada.

El oficialismo apuesta a trámites exprés y a repetir el dictamen de mayoría

Con el inicio formal de las extraordinarias, el Gobierno busca darle velocidad al tratamiento de los proyectos enviados al Congreso. El punto clave será el Presupuesto 2026, el único texto que ya cuenta con dictamen previo y cuyos lineamientos son conocidos por todos los bloques.

El oficialismo confía en poder repetir el dictamen de mayoría, siempre que logre asegurar el respaldo de los llamados “socios externos” o conseguir el apoyo de los nuevos interbloques. Para eso, necesita ordenar un esquema donde no tiene mayoría propia y en el que cada aliado tiene demandas específicas.

Entre los temas que se negocian:

  • Fondos para la Ciudad de Buenos Aires, el eje de mayor tensión con el PRO.
  • Reclamos de gobernadores y legisladores sin alineación directa (“sin tierra”).
  • Modificaciones puntuales solicitadas por interbloques que buscan mayor incidencia.

Cómo queda conformada la comisión de presupuesto y hacienda

La conformación de la Comisión de Presupuesto y Hacienda será determinante para el avance del proyecto. Allí, el oficialismo tendrá 20 sillas, el mismo número que Unión por la Patria, lo que vuelve indispensable el rol de los bloques intermedios.

La distribución quedará del siguiente modo:

  • Provincias Unidas, Coalición Cívica y Encuentro Federal: 4 sillas.
  • Interbloque PRO, UCR, MID, Adelante Buenos Aires y Por Santa Cruz: 4 sillas.
  • Bloque Innovación (legisladores que responden a Rovira y Sáenz): 1 silla.

En este tablero, Provincias Unidas aparece como el bloque capaz de inclinar la balanza. Es un espacio nuevo, aún en proceso de consolidación, pero con gobernadores detrás que buscan mayor influencia en el dibujo final del Presupuesto.

Tensiones con el PRO por los fondos para la Ciudad de Buenos Aires

Uno de los puntos de fricción más fuertes surge con el interbloque del PRO, que si bien acompañó el dictamen del Ejecutivo, lo hizo con disidencias. La principal diferencia sigue siendo la ausencia de fondos específicos para la Ciudad de Buenos Aires dentro del Presupuesto 2026.

Desde el espacio amarillo aseguran que continúan en negociación y que la situación “es la misma” respecto de su postura original. Sin un acuerdo por este tema, el apoyo total del interbloque queda condicionado.

Provincias Unidas, el bloque clave que puede definir la votación

La Casa Rosada tenía previsto seguir negociando con Provincias Unidas, pero una reunión programada con Martín Menem debió suspenderse por un llamado del Ejecutivo, lo que reconfiguró la agenda.

Dentro del interbloque conviven gobernadores y legisladores “sin tierra”, lo que complejiza el consenso interno. Fuentes del espacio señalan que:

  • Evalúan sostener un dictamen propio.
  • Continúan las conversaciones con los gobernadores.
  • Aún no hay una definición final sobre su posición en el recinto.

Dirigentes del bloque remarcan: “Si realmente quieren tener Presupuesto y no hacer una pantomima del debate, tienen que abrir la posibilidad de aceptar modificaciones”.

El oficialismo hace cuentas y explora alternativas si no suma a Provincias Unidas

Si Provincias Unidas no da el apoyo necesario, el oficialismo ya analiza otras rutas para alcanzar los votos. Las alternativas pasan por ganar el respaldo de:

  • Bloque Independencia (7 votos).
  • Producción y Trabajo (2 votos).
  • Elijo Catamarca (3 votos).
  • Acompañamiento del interbloque PRO-UCR.

Con esa combinación, el Gobierno podría sumar 132 votos, el mínimo necesario para avanzar con la aprobación del Presupuesto.

Una carrera política que anticipa la primera gran pulseada del nuevo congreso

A medida que se acercan las sesiones, las reuniones se aceleran, los teléfonos no paran y la política retoma su ritmo más tenso. El oficialismo busca mostrar capacidad de orden y control legislativo, mientras que los gobernadores apuntan a consolidarse como el bloque decisor frente a un Congreso renovado que comienza su actividad formal.

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