Hasta ahora, la cuarentena ha tenido una consecuencia la cual no es la principal, pero que de alguna manera es positivo, pues se ha sentido una la baja de robos. La mínima circulación en la calle causó la disminución importante los arrebatos en las calles, los motochorros robando celulares, las mecheras en los comercios o los punguistas en el amontonamiento de gente.
“El delito disminuyó mucho por la baja circulación de personas en la calle, pero si crecieron las estafas por internet pidiéndole a la gente que pusiera sus datos”, expresó el experto en seguridad Martín Durán.
Además, la realidad que todos los habitantes de la ciudad permanezcan en sus residencias no les facilita el ingreso a los domicilios sin que ninguna persona se percate y alerte a la policía.
”Los delincuentes están en contacto con otros que están en la cárcel, y no quieren ir justo ahora presos porque no saben si van a tener recursos necesarios para atenderlos si el virus llega al penal ‘, sostiene Durán y describe que ”es como antes de Navidad y Año Nuevo también disminuye porque no quieren estar presos en las fiestas y porque luego comienza la feria judicial”.
También expresa que la disminución del delito se debe al número de efectivos de todas las fuerzas de seguridad que permanecen en la calle. Además de los pocos autos transitando y los cierres de los ingresos a la ciudad se les dificulta ”garantizar la fuga” como lo describen ellos.
Los vecinos se mantienen alertas a que ningún otro incumpla con la cuarentena, lo que complica que pasen desapercibidos. Además, los delincuentes no tienen permiso para transitar, por lo que al momento de ser consultados por la policía y no tenerlo, se exponen a que conozcan si tienen antecedentes. Desde el ”cuento del tío” no se les haca fácil, en vista que los vecinos están permanentemente comunicados entre sí.
Pero, “En cambio la cuarentena agrava la violencia de género‘”, explica Duran. Este delito, como el abuso infantil que se lleva a cabo en espacios cerrados, con lo cual el agresor se encuentra con la víctima en todo momento. Las instituciones del Estado y las organizaciones se están encargando para llegar en el momento cuando la víctima no puede pedir el socorro al estar el delincuente siempre cerca. Los vecinos de igual manera, pueden jugar un papel bastante importante si se percatan y llaman a la policía.