Como es de dominio público, Matías Benicelli y Máximo Thomsen, dos de los rugbiers condenados a prisión perpetua por el asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, han decidido dejar la defensa conjunta de Hugo Tomei, su abogado durante el proceso judicial, luego de que la Cámara de Casación Penal ratificara las penas impuestas a los ocho acusados.
Los nuevos abogados de Benicelli y Thomsen serán Carlos Attías y Francisco Oneto, respectivamente. Su objetivo es impugnar la figura de premeditación, que sustenta la sentencia de prisión perpetua. Argumentan que la decisión de Tomei de no permitirles declarar ha complicado la situación del grupo condenado.
Ambos letrados están preparando recursos legales que plantean un “estado de indefensión” debido a la actuación de su anterior defensor. Se busca que se realice un nuevo juicio donde los rugbiers puedan expresarse.
Asimismo, critican la actuación del Tribunal Oral en lo Criminal nº 1 de Dolores por no separar las defensas, considerando que había intereses incompatibles entre los acusados.
En ese contexto, se responsabiliza a los jueces de no cumplir con el artículo 94 del Código Penal, que establece la separación de defensas en casos de intereses contrapuestos. Oneto adelanta que prepara un recurso para discutir los hechos y el dolo, y otro extraordinario.
La estrategia de la defensa anterior, según allegados de Benicelli, perjudicó a todos los acusados al ponerlos en la misma situación sin tener en cuenta sus diferencias. Por otro lado, Oneto espera que, con el cambio de defensa, se revele la verdad y se reduzca la sanción penal.
Se revela que el abogado anterior, Hugo Tomei, tiene vínculos familiares con algunos de los acusados, lo que ha generado cuestionamientos sobre su imparcialidad en el caso.
Recordemos que, por el crimen de Fernando Báez Sosa, cometido hace 4 años en Villa Gesell, Thomsen, Benicelli, Enzo Comelli, Luciano y Ciro Pertossi fueron condenados a prisión perpetua; mientras que Blas Cinalli, Lucas Pertossi y Ayrton Viollaz recibieron una pena de 15 años como partícipes secundarios.
