Las autoridades sanitarias de la provincia de Buenos Aires han decretado una alerta epidemiológica tras un fuerte repunte de la tos convulsa, también llamada Coqueluche, que afecta principalmente a niños menores de un año.
¿De qué se trata la enfermedad?
- La tos convulsa es una infección respiratoria causada mayormente por la bacteria Bordetella pertussis.
- Comienza con síntomas similares a un resfriado (tos leve, secreción nasal) y puede evolucionar hacia una tos intensa, prolongada, con accesos de tos, silbido al inhalar (estridor) y vómitos tras el episodio de tos. En lactantes, los cuadros pueden complicarse con apnea (pausas en la respiración) o cianosis (piel azulada).
- Es altamente contagiosa y puede ser muy grave en bebés que aún no tienen inmunización completa o cuyas madres no recibieron la vacuna durante el embarazo.
¿Cuál es la situación en la provincia?
- Los casos confirmados en la provincia de Buenos Aires durante 2025 triplican los del año anterior.
- Se reportaron hasta ahora cuatro muertes de niños de entre 1 mes y 2 años de edad por esta enfermedad. Tres de ellos no tenían su vacunación registrada y el cuarto era un neonato cuya madre no había sido vacunada durante la gestación.
- Según el último boletín provincial, hasta la semana epidemiológica 40 se habían notificado 772 sospechosos, 63 casos confirmados y 252 probables.
- El 55 % de los casos confirmados corresponden a bebés menores de un año.
¿Qué medidas de prevención se recomiendan?
- Vacunación actualizada: Es clave. El calendario incluye dosis a los 2, 4 y 6 meses, refuerzos a los 15-18 meses, a los 5 años, y otra a los 11 años. Además, se recomienda una dosis de vacuna DTPa durante cada embarazo a partir de la semana 20 para proteger al recién nacido.
- Gestantes vacunadas: Las madres que reciben la vacuna protegen indirectamente al bebé que aún no puede vacunarse.
- Consulta médica ante síntomas: Tos persistente, vómitos tras la tos, accesos continuos de tos en niños o bebés justifica consultar al pediatra o al centro de salud.
- Aislamiento y control de contactos: En caso de sospecha de tos convulsa, debe evitarse el contacto con personas vulnerables (bebés, embarazadas) hasta que el tratamiento funcione.
- Refuerzo de la vigilancia sanitaria: Las autoridades han pedido al personal de salud prestar especial atención al aumento de casos y verificar los esquemas de vacunación en las comunidades















