Aumentan los casos de sobrepeso y obesidad durante la cuarentena

Los hábitos de las personas han tenido un gran cambio, debido al sedentarismo que supone este confinamiento se ha notado un aumento en casos de obesidad, consultas por dolores posturales y hasta problemas de tipo psicológico en algunos casos.

Son muchos los expertos que coinciden en que comer emocionalmente muchos alimentos con poca nutrición puede debilitar el sistema inmune y empeorar el estado de ánimo en una época en el que el proteger el cuerpo y mantener una actitud positiva es muy importante.

En un estudio realizado por Fleni, con el objetivo de detectar cómo se están viendo afectados los hábitos alimentarios y estilo de vida durante el período de aislamiento social preventivo y obligatorio por la pandemia de COVID-19, reveló que el 52% de los encuestados modificó su alimentación y lo más alarmante es que el grupo que principalmente lo hizo, es el que presenta uno de los principales factores de riesgo: el sobrepeso y la obesidad.

Estos datos se acompañan de una reducción en la realización de actividad física, principalmente en el grupo de las personas que cambiaron sus hábitos alimenticios. Una de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para mantener y mejorar la salud es realizar actividad física.

En la página oficial de la OMS han comunicado: “La actividad física regular es beneficiosa tanto para el cuerpo como para la mente. Reduce la hipertensión arterial, ayuda a controlar el peso y disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2 y diversos tipos de cáncer. También mejora la resistencia de los huesos y la fuerza de los músculos, así como el equilibrio, la flexibilidad y la aptitud física”.

¿Cuáles fueron los datos que obtuvieron de la encuesta?

Del total de las personas encuestadas, el grupo que mayormente la modificó se encuentra entre los 30 y 45 años. No hubo diferencias considerables entre géneros. Pero sí el 83% de los participantes que modificaron su alimentación, viven acompañados.

Otro dato, es que no se observaron diferencias en el grado de modificación de su alimentación entre el grupo que tiene indicado un plan de alimentación, con aquellos que no.

En cuanto a los participantes que presentan factores de riesgo, los que modificaron su alimentación en mayor medida son aquellos con sobrepeso (62.9%) y obesidad (72.7%) empeorando aún más sus patologías pre existentes.

Dentro de la investigación se desprenden también otros resultados alarmantes:

  • En el 49% de los participantes que modificaron su alimentación, el grupo de los cereales fue el que más se incrementó.
  • Del grupo de frutas y verduras, el 57% de las personas no modificó su consumo.
  • Del grupo de lácteos, tampoco se observaron modificaciones en el 70% de los casos.
  • En el grupo de pastelería se observa un aumento del consumo en el 34.8% de los encuestados.
  • En cuanto al ejercicio físico, se observa una reducción del 53.1%, principalmente en el grupo que modificó su alimentación.

Estos datos concuerdan con la epidemia de sobrepeso y obesidad que es la forma más prevalente de malnutrición y continúa aumentando sostenidamente en Argentina, en concordancia con lo que se observa en otras encuestas como la ENFR y con lo que ocurre a nivel mundial.

Claramente no se está tomando dimensión de las consecuencias que va a dejar esta cuarentena, los cuales son mas graves que la pandemia en si. Por el temor que se ha causado, la población ha dejado de consultar a profesionales y de cuidar enfermedades crónicas que necesitan una continuidad médica.

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