Los hermanos Jorge y Susana Loureiro, propietarios de la cabaña “La Victoria” en el kilómetro 3,5 del acceso a Gardey, partido de Tandil, ayer fueron víctimas de un violento asalto en el que resultaron salvajemente torturados hasta con agua hirviendo y los maniataron con alambres, además de golpearlos.
El hecho que vuelve a castigar a la localidad rural del citado partido pone en tela de juicio una vez más el tema de la inseguridad en Tandil y en momentos que la sociedad resiste un nuevo impuesto creado por la administración Lunghi, precisamente la Tasa de Seguridad.
De acuerdo a lo averiguado por La Capital de Mar del Plata, por allegados a las víctimas, todo comenzó pasado el mediodía cuando Jorge, a bordo de una camioneta Ford F-100, llegó a la tranquera de acceso al establecimiento y fue abordado por tres sujetos que estaban ocultos en un potrero sembrado de maíz.
Los ladrones se subieron a la pick up y llegaron al casco de la cabaña, ubicado a unos 600 metros de la tranquera, junto con la víctima.
Al llegar a la casa maniataron tanto a Jorge como a Susana Loureiro y los separaron, dejando a una de las víctimas en el baño y a la otra en una de las habitaciones.
Los ladrones actuaron con total saña y un amplio conocimiento de las víctimas, a tal punto que uno de ellos, mientras le pedía plata, le preguntó a la mujer dónde había dejado la linterna que usaba en las noches previas, dando cuenta que habían realizado un trabajo de inteligencia.
Las víctimas fueron atadas con alambre y para evitar que pudieran soltarse rápidamente les efectuaron torniquetes con una tenaza, sin reparar en el dolor que ello causaba.
Como si esto fuera poco y a efectos de quebrar la resistencia de ambos no dudaron en calentar agua y arrojarles a ambos agua hirviendo en la espalda. La mujer sufrió quemaduras importantes aunque declinó de ser tratada por un facultativo, según hizo saber un allegado a las víctimas.
En tanto Jorge también resultó con quemaduras en la espalda y el cuello, aunque serían de menor consideración que las de su hermana.
Tras apoderarse de unos 10.000 pesos en efectivo, los teléfonos celulares de las víctimas y otros efectos de valor se retiraron del campo.
Cabe mencionar que los delincuentes actuaron cubriendo sus rostros para evitar ser reconocidos y dejaron abandonada la camioneta de Loureiro en la zona de San Carlos, esto es en el kilómetro 200 de la ruta nacional 226 a pocos kilómetros del acceso a Gardey, y desde ese lugar habrían huido en otro vehículo.
Interviene en el hecho persona de Patrulla Rural y de la DDI Tandil, habiéndose iniciado una causa por “robo calificado y privación ilegal de la libertad” por intermedio de la Unidad Funcional de Instrucción Nº16 a cargo del doctor Marcos Egusquiza.
Fuente: LaCapitalmdp – Foto: Cyber Tandil com.ar
