Pinamar: El acusado de usurpar una casa en Cariló cuenta con un historial muy turbio

Francisco Díaz

A partir de los testimonios recolectados, desde la secretaría de Seguridad de Pinamar identificaron al hombre que usurpó una casa en Cariló, como Mauricio Damián Ríos e iniciaron una investigación. Y hallaron un dato alarmante: tiene un historial de 721 cheques rechazados por un total de $ 17.776.050. Todos por falta de fondos.

El dato surge de un informe del Central de Deudores del Sistema Financiero del Banco Central, pedido por la cartera de Seguridad municipal, al que tuvo acceso Clarín.

“Dejó un tendal”, dice Lucas Ventoso, el secretario de Seguridad de Pinamar, quien estuvo al frente del operativo que se realizó el último miércoles para desalojar la casa que durante los últimos 10 meses estuvo ocupada ilegalmente.

El informe del Banco Central muestra que, por ejemplo, el 22 de noviembre de 2016 Ríos emitió un cheque por $ 98.400, dos días más tarde otro por $ 100.000, el 30 otro por $ 70.000 y el 5 de diciembre otro más por $ 95.995,20. Ninguno tuvo fondos en la cuenta para respaldarlo.

Son sólo algunos ejemplos de una larga lista con montos variados, que va desde fines de 2016 a mediados de 2017, es decir, previo a la ocupación de la vivienda de Cariló. “Es evidente que es una actitud defraudatoria, no es que no se dio cuenta que no tenía fondos en la cuenta”, suma Ventoso.

El secretario de Seguridad no esconde su enojo al decir que Ríos no está imputado en la causa por la usurpación. “No está acusado de nada, lo estamos investigando con la policía, desde la secretaría de Seguridad y todavía no hay ordenes del fiscal”, afirma. Apunta al fiscal Lizarraga.

La historia de la usurpación comenzó en enero. Los dueños de la casa -que estuvo varios meses desocupada, algo habitual en viviendas de veraneo- llegaron y encontraron un auto en la puerta y gente en el interior. El 5 de enero, la titular de la propiedad, Viviana Villena, hizo la denuncia ante la Fiscalía Descentralizada N°5, a cargo del fiscal Eduardo Elizarraga. Pero no pasó nada. El fiscal la desestimó porque los ocupantes presentaron un contrato que sería falso.

La cuarentena demoró todo y durante meses los dueños no pudieron ingresar a Cariló. La semana pasada, cuando finalmente pudieron hacerlo, se encontraron con la casa repintada y con cambios: tenía una cascada, una barra con bebidas, nuevos aires acondicionados y le habían cambiado el cartel con el nombre: pasó a llamarse “Volver a vivir”.

Desde la secretaria de Seguridad de Pinamar, creen que los usurpadores serían una banda de “por lo menos 15 personas”, que son de Mar del Plata, van y vienen, con vehículos de gran porte y también cuatriciclos.

Finalmente, cuando se allanó la vivienda el miércoles pasado, se encontraron en su interior una vinoteca por el valor de unos 200 mil pesos con botellas de Escorihuela, champagne Pommery, la heladera llena de comida, cajones de morrones, ropa de cama, estaba la mesa servida y en el centro del living, había un cuadro de dos metros por uno y medio con la imagen de Néstor y Cristina Kirchner.

“Tenemos decenas de testimonios de vecinos y personal de distintos rubros de la construcción que lo señalan (a Ríos) como que es quien pagaba todo. Y cuentan que chapeaba diciendo que era el testaferro de Rudy Ulloa”, cuenta.

Hace tiempo se sospecha que Ríos sería testaferro de Ulloa, ex chofer de Néstor Kirchner, devenido en millonario. En 2014, Ulloa se desprendió de una empresa. Según consta en el aviso Ley 11.867, cedió y transfirió el fondo de comercio del “Súper Comunitario” a Ríos. La entonces titular de la CC-ARI de Santa Cruz, Mariana Zuvic, denunció que el nuevo propietario era un “testaferro de Rudy”.

En 2016, el municipio de Mar del Plata clausuró el restaurante “Lo de Mauri” en la esquina de Alberti y Córdoba. Según medios marplatenses el negocio era de Ríos. Estaba sin habilitación, con falta de higiene, en condiciones edilicias precarias y había allí mercadería en mal estado. En 2018, la parrilla se incendió.

Ríos explota el balneario marplatense Abracadabra, junto a la sociedad Playas de Faro SA, según lo publicado en agosto de 2019 por la Unión de Guardavidas Agremiados (UGA). “Hace dos años denunciamos las irregularidades en la contratación y pagos atrasados de los guardavidas que trabajan en el balneario Abracadabra”, habían señalado entonces en Facebook los guardavidas.

Desde la secretaria de Seguridad de Pinamar, ahora esperan que la Justicia avance con la investigación del caso. Hay una causa abierta por usurpación -a la que se podrían agregar los delitos de defraudación y estafa, si se confirma que se presentó un contrato de alquiler trucho- y otra por un auto gemelo encontrado en la vivienda. Se trata de un Jeep que ya fue secuestrado. Según Ventoso, habría un segundo vehículo -una Ford Ranger- pero los ocupantes se la llevaron antes del allanamiento.

El fiscal Lizarraga -sobre el que pesa un pedido de destitución impulsado por el intendente Martín Yeza- decidió que los dueños de la casa sean los guardadores judiciales de todas las pertenencias que dejaron allí los usurpadores. Además de la bodega, hay cajones de morrones y tomates que se están pudriendo en el fondo de la propiedad.

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