Lumilagro, la emblemática fábrica argentina de termos, anunció una reducción significativa en su producción local, trasladando cerca del 60% de su fabricación a Asia, específicamente a China. Esta decisión responde a un contexto marcado por la caída de ventas, un aumento en las importaciones y el contrabando.
¿Cómo cambiará el modelo de negocios de Lumilagro?
La compañía adoptará un modelo mixto que combina la producción local con la importación de productos asiáticos. A partir de ahora, el 40% de sus termos continuará fabricándose en Argentina, manteniendo el clásico termo de vidrio que ha caracterizado a Lumilagro en el país.
Carlos Bender, gerente comercial de la firma, declaró que el cambio es necesario para “adaptarse o desaparecer”, en un marco donde se han eliminado los aranceles antidumping que protegían al sector. Bender también denunció el ingreso irregular de termos desde China a través de Bolivia, mencionando que “la mayoría terminaron en Argentina sin controles ni trazabilidad”.
Impacto en la producción y el empleo
El ajuste que realiza Lumilagro también conlleva un fuerte recorte en la plantilla de personal, pasando de tener 200 empleados a poco más de 70. Este recorte se da en un momento crítico para la industria nacional, que ha visto una disminución del 26% en la producción, 32% en las ventas internas y una reducción del 31% en el empleo entre 2021 y 2024, según datos de la Comisión Nacional de Comercio Exterior (CNCE).
La utilización de la capacidad instalada también ha caído drásticamente, pasando del 51% al 21%.
¿Qué se espera del primer contenedor importado?
A pesar de los desafíos económicos, Lumilagro cuenta con un socio estratégico en China, que supervisará la producción con diseño propio. Esta semana se anticipa la llegada del primer contenedor con productos importados. La empresa sostiene que estos cambios permitirán mantener su liderazgo en el segmento y asegurar la continuidad de sus operaciones en el país.
La situación actual de Lumilagro refleja un cambio significativo en el panorama industrial argentino, en el que la competencia de precios y las condiciones del mercado exterior se vuelven determinantes.