La morosidad de las familias alcanzó su nivel más alto en 15 años y preocupa al Banco Central

En un contexto de tasas elevadas, inflación persistente y salarios que no logran recomponerse, cada vez más familias argentinas enfrentan dificultades para cumplir con sus deudas. El último informe del Banco Central (BCRA) confirmó que en agosto la morosidad del sistema financiero volvió a aumentar y alcanzó un nuevo récord histórico, encendiendo alertas entre los analistas y las entidades bancarias.

La morosidad de las familias subió por décimo mes consecutivo

Según el Informe sobre bancos del BCRA, la morosidad de los créditos otorgados a familias trepó al 6,6% del total, lo que representó una suba mensual de 0,9 puntos porcentuales respecto de julio. Se trata del valor más alto desde 2010, año en que la autoridad monetaria comenzó a publicar esta serie de datos.

La suba se explica, principalmente, por el deterioro de la capacidad de pago de los hogares frente a tasas de interés cada vez más altas y a salarios reales que no acompañan la evolución de los precios.

Entre los créditos más afectados, los analistas destacan:

  • Préstamos personales, con un aumento sostenido de la mora.
  • Financiamiento con tarjetas de crédito, donde los atrasos de pago se incrementaron de manera significativa en los últimos meses.

Las empresas también muestran señales de deterioro

El informe del Banco Central también reflejó un avance en la irregularidad de los préstamos otorgados al sector privado empresario, que alcanzó un 1,4%, subiendo 0,2 puntos porcentuales frente al mes anterior.

Aunque el porcentaje sigue siendo más bajo que el de las familias, se trata del nivel más alto desde inicios de 2024, evidenciando el impacto del encarecimiento del crédito sobre la actividad productiva.

Sumando ambos sectores —familias y empresas—, la morosidad general del sistema llegó al 3,7%, lo que implicó un aumento total de 0,5 puntos porcentuales respecto de julio.

Durante agosto, la tasa nominal anual (TNA) de los préstamos personales promedió el 74%, muy por encima de la inflación esperada para los próximos 12 meses.

En septiembre y octubre, la situación se agravó:

  • El rendimiento promedio se ubicó por encima del 80%.
  • Se registraron picos diarios de hasta 87%, según el seguimiento del mercado financiero.

Este aumento se vio impulsado por la falta de liquidez, el mayor apetito por el dólar y la incertidumbre política y económica de cara a las elecciones legislativas y a las negociaciones internacionales.

Además, las tasas de corto plazo —como las cauciones y los repos— se dispararon en los últimos días, encareciendo aún más el costo del endeudamiento. Aunque la intervención del BCRA y el Tesoro Nacional ayudó a moderar parcialmente los rendimientos, no se espera una baja significativa en el corto plazo.

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