La Iglesia católica cesó de percibir fondos económicos provenientes del Estado. Este cambio se llevó a cabo en el último día hábil de diciembre, siguiendo las pautas establecidas en la Asamblea Plenaria y conforme a lo comunicado a la Secretaría de Culto de la Nación, según señaló la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) en un comunicado.
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) informó que concluyó el “proceso de renuncia de los arzobispos, obispos diocesanos y obispos auxiliares” a los fondos estipulados en la ley 21.950. Como resultado de este proceso, estas autoridades de la Iglesia católica dejarán de recibir los aportes provenientes del Estado nacional. Estas renuncias fueron formalizadas en el último día hábil de diciembre, siguiendo las directrices establecidas en la Asamblea Plenaria y de acuerdo con lo informado a la Secretaría de Culto de la Nación, según señaló la CEA en un comunicado.
Es importante mencionar que el Ministerio de Relaciones Exteriores, mediante una resolución del 26 de abril de 2023, había permitido que los arzobispos y obispos que “hubieran cesado en sus cargos por razones de edad o invalidez pudieran solicitar, de manera particular y cumpliendo una serie de requisitos, recibir el beneficio de la asignación prevista en la ley”.
¿Cuánto cobraban anteriormente?
La ley 21.950, promulgada en 1979, establece que los arzobispos y obispos con jurisdicción sobre arquidiócesis, diócesis, prelaturas, eparquías y exarcados del Culto Católico Apostólico Romano recibirán una asignación mensual equivalente al 80% de la remuneración fijada para el cargo de Juez Nacional de Primera Instancia hasta que cesen en dichos cargos.
En este sentido, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) comunicó que se completó el proceso de renuncia de estas autoridades eclesiásticas a los fondos previstos en esta ley, lo que implica que dejarán de percibir aportes del Estado nacional. El monto actual de la asignación es de $98.000, según detalló la CEA.
Adicionalmente, se destacó que la CEA había anunciado en 2018 su decisión de renunciar progresivamente a los fondos estatales. En julio de 2020, los obispos avanzaron en la creación del Programa de Financiamiento Eclesial (FE), destinado a la obtención de donaciones y fondos para financiar las actividades pastorales en el país.
Aunque el aporte del Estado cubría solo el 10% del presupuesto total de la Iglesia, era especialmente útil para las diócesis más necesitadas, ya que se destinaba principalmente al pago de asignaciones mensuales a obispos, párrocos de frontera y seminaristas diocesanos. La renuncia a estos fondos busca impulsar nuevas formas de financiamiento y autogestión por parte de la Iglesia Católica en Argentina.
