El sistema ferroviario argentino atraviesa uno de sus momentos más críticos de los últimos años, con múltiples servicios suspendidos y vías en mal estado que afectan la conectividad de distintas regiones. En este contexto, el ramal que unía Buenos Aires con Bahía Blanca fue dado de baja de manera definitiva, lo que agrava la situación del transporte público de larga distancia en el país.
Un cierre que se suma a una lista en aumento
Con esta decisión, ya son 12 las líneas de pasajeros interrumpidas entre los servicios de larga distancia y los regionales. El panorama se enmarca dentro de la Emergencia Ferroviaria decretada por el Gobierno nacional en junio de 2024, que se extenderá por dos años con el objetivo de atender el deterioro estructural del sistema ferroviario.
Durante los últimos meses, también se suspendieron los servicios:
- Buenos Aires–Córdoba
- Buenos Aires–Tucumán
- Córdoba–Villa María (regional)
Estas cancelaciones se suman a una serie de interrupciones previas que afectan a distintos puntos del país, dejando a numerosas localidades sin conexión ferroviaria regular.
Por qué se cerró el tren Buenos Aires–Bahía Blanca
El cierre definitivo del tren Buenos Aires–Bahía Blanca se decidió tras un descarrilamiento ocurrido a fines de septiembre en una formación que cubría el servicio Tucumán–Buenos Aires, en la provincia de Santiago del Estero.
Si bien el accidente no pertenecía directamente al mismo ramal, el episodio puso en evidencia graves deficiencias en el estado de las vías y en las condiciones de seguridad del material rodante. Las autoridades determinaron que no estaban dadas las condiciones mínimas para continuar con la operación del servicio hacia el sur bonaerense.
Emergencia ferroviaria y deterioro del sistema
La Emergencia Ferroviaria Nacional fue declarada en respuesta a la falta de mantenimiento acumulada durante años. Este decreto abarca las redes de Transporte Ferroviario del Estado y busca implementar medidas de reparación, evaluación y control técnico de las líneas activas.
Entre los principales problemas identificados se encuentran:
- Infraestructura deteriorada, con tramos de vía en condiciones críticas.
- Falta de inversión en mantenimiento y en renovación de material rodante.
- Riesgo operativo elevado, especialmente en zonas rurales y tramos de larga distancia.
Impacto en los usuarios y el transporte regional
El servicio Buenos Aires–Bahía Blanca era uno de los más extensos y utilizados del país, con miles de pasajeros al año y un recorrido de más de 600 kilómetros que conectaba la capital con el sur bonaerense. Su suspensión definitiva implica una pérdida significativa para las economías locales y para quienes dependían del tren como medio de transporte accesible.
Mientras tanto, el Gobierno continúa evaluando la recuperación gradual de ciertos ramales, aunque por ahora la prioridad se centra en revisar la seguridad operativa antes de reanudar los servicios interrumpidos.