Un acto heroico en medio del ejercicio “Libertador” se llevó a cabo en la provincia de Chaco, donde un paracaidista fue rescatado por un cabo y su perro de guerra, Tobi. Este evento marcó un hito en el ejercicio más grande del Ejército argentino en años, centrado en la preparación y adiestramiento de sus tropas.
Contexto del ejercicio “Libertador” del Ejército Argentino
El Ejército Argentino realizó el ejercicio “Libertador” en el noreste del país, específicamente en Chaco, a casi 1200 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La maniobra tenía como objetivo probar la capacidad de las fuerzas armadas para defender el territorio nacional. A través de una coordinación precisa, más de mil soldados, incluyendo tropas especiales, interactuaron con blindados, helicópteros y aviones en este simulacro.
Durante una de las actividades, los paracaidistas debían recuperar el aeropuerto de Sáenz Peña, que simuladamente había sido capturado por un enemigo. Un incidente abrupto ocurrió cuando un soldado sufrió un salto fallido y se desvió hacia el área montañosa, poniendo en riesgo su vida.
Los protagonistas del rescate: Isaías y Tobi
El cabo primero enfermero veterinario Isaías Arrieta, miembro del Grupo de Búsqueda y Rescate, se enfrentó rápidamente al desafío. “Cuando uno de ellos saltó, se desvió de la zona de aterrizaje y cayó en el monte”, relató Arrieta. Sin dudar, se lanzó a la búsqueda junto a Tobi, su perro de guerra, especializado en rescates.
Con el monte complicando la visibilidad, Arrieta utilizó su experiencia junto al perro. Tobi, en un minucioso proceso de búsqueda en zigzag, logró localizar al paracaidista en su segundo intento. El can alertó al cabo mediante ladridos y se mantuvo junto a la víctima hasta que llegó la asistencia. Afortunadamente, el soldado rescatado no presentaba lesiones.
La importancia del binomio entre el soldado y su perro
El teniente coronel Roberto Arias Malatesta, jefe de la Compañía de Policía Militar 601, enfatizó el vínculo indisoluble entre los soldados y sus perros de guerra. Estos animales no solo son compañeros de combate, sino también herramientas cruciales en la operación de rescate. Por su parte, Isaías Arrieta describió a Tobi como “leal y obediente”, reforzando la importancia emocional de su conexión.
La formación de estos canes es responsabilidad del Ejército, y solo la Policía Militar cuenta con perros de combate entrenados para realizar tareas de ataque en situaciones críticas. Arrieta, quien se ha capacitado extensamente, destacó la atención que requiere ser guía de estos animales, enfatizando que “se necesita paciencia, empatía y buena comunicación” para formar un vínculo efectivo en situaciones de alta presión.