El senador Esteban Bullrich renunció a su banca en el Senado de la Nación con un discurso histórico que conmovió a sus compañeros legisladores. Allí confirmó que su despedida se debe al avance de la enfermedad, el cual debilita sus músculos y afecta las funciones físicas.
Lleno de emoción, Bullrich afirmó que ser parte del Senado fue “uno de los honores más grandes y desafiantes” de su vida. Y agregó: “Voy a seguir buscando un mejor país para mis hijos”.
Mientras tanto, puertas afuera circulaba un mensaje entre los vecinos del barrio Laguna del Sol, del Partido de Tigre, donde reside el senador Bullrich.
“Fue muy emotiva la despedida de Esteban en el Senado. Los vecinos queremos hacerle un homenaje. ¿Qué podemos hacer?” , decía el mensaje que a las 18 horas de ayer entraba al grupo de WhatsApp de los vecinos del barrio Laguna del Sol.
“¿Y si vamos a cantarle el himno?”, propuso uno de ellos. Y así fue, sus vecinos pusieron el himno cuando Esteban ingresaba al barrio y lo estaban esperando frente de su casa para saludarlo y acompañarlo en este momento.
Bullrich se bajó del vehículo y al ver a sus vecinos no pudo contener las lágrimas. Su mujer y al menos dos hijas lo acompañaban. Con señas pidió que lo ayudaran a caminar hasta la estatua de la Virgen María que tiene en el ingreso a su vivienda para allí apoyarse y sostener su cuerpo.
Después del himno se acercó a los vecinos, pidió sacarse una foto y luego ingresó a su casa. Se lo veía muy emocionado y también muy cansado. Desde las 14 que estaba en Senado. En su situación actual una jornada muy larga y emotiva, y también muy agotadora.
