En un gesto de inocencia mezclado con un instinto sorprendente, una niña le sugirió a su abuela que se sentara en el último vagón del tren, justo antes de que este se viera involucrado en un choque en Palermo. Este consejo, simple pero poderoso, resultó ser crucial, ya que el último vagón fue el menos afectado en el accidente.
El choque de trenes ocurrió esta mañana sobre el viaducto Palermo y dejó 60 pasajeros heridos, de los cuales al menos 30 fueron trasladados a los hospitales Fernández, Pirovano y Rivadavia de la ciudad de Buenos Aires.
En un móvil de TN, la abuela contó: “Siempre voy en el primer vagón, y hoy mi nieta me dijo de quedarnos en el último. Gracias a Dios zafamos”. La mujer explicó que muchos pasajeros que viajaban en la parte delantera del tren quedaron muy heridos.
La abuela, siguiendo el consejo de su nieta, eligió un asiento en el último vagón, una decisión que la mantuvo a salvo cuando el tren colisionó. Este incidente no solo resalta la conexión especial entre abuelas y nietas, sino también cómo un pequeño acto de cuidado puede convertirse en un milagro de la vida real.