Las góndolas volverán a sufrir cambios en estos días por dos motivos. Primero, porque comenzará a regir la Ley de Góndolas y las fiscalizaciones para corroborar que se cumplen las condiciones. Por otro lado, el Gobierno sumará un pedido, que será indicar dónde está el precio por unidad más bajo.
En este sentido, los supermercados afectados por esta norma serán los que tengan más de 8 metros cuadrados, por tanto, tendrán la obligación de exponer sus precios más bajos en las góndolas. Se deberá indicar dónde está el precio por litro o por gramo más barato.
Con este pedido, el Gobierno intenta facilitar la comparación de precios y el hallazgo de los valores más bajos. La señalización se aplicará en 43 ítems que incluyen alimentos, productos de limpieza y de higiene personal.
A mediados de abril pasado, la Secretaría de Comercio Interior creó el Código de Buenas Prácticas Comerciales de Distribución Mayorista y Minorista, que deben aplicar todos los comercios alcanzados por la Ley de Góndolas.
En este código se dispone que haya igual modalidad y plazos de pago para todos los proveedores, pero a su vez modifica la fisonomía de las góndolas. Establece que todos los bienes sean exhibidos de manera uniforme en estantes y no podrán exhibirse productos que induzcan al error respecto al precio u otras características.
Además, desde las góndolas se debe promover una comparación rápida y accesible entre productos similares o sustitutos. Los comercios deben informar con cartelería específica eventuales faltas de stock y brindar datos sobre plazos de reposición.
Por el otro lado, este código prohíbe la entrega de mercadería gratuita o con bonificaciones y los acuerdos que impongan seguros o anticipos con condiciones financieras discriminatorias. También dejó nulo el otorgamiento de ventajas a un proveedor en particular por sobre otro.
