Un docente jubilado, de 87 años, con grandes problemas económicos, puso a la venta su auto Volkswagen Beetle que había comprado en 1972. El hombre publicó su vehículo mediante un aviso, pero sus exalumnos lo encontraron y tuvieron un hermoso gesto hacia el.
Marcelo Siqueira fue profesor de Historia y Geografía por 26 años en la Escuela Estatal Doña Carola de Curitiba, en Brasil. Y por su barrio se había hecho famoso por su auto, ya que hacía 49 años que lo conservaba.
Uno de sus exalumnos, Claudio Martins, contó que cada vez que veían un “escarabajo” sabían que era el profesor Marcelo. Y remarcaron su trato hacia ellos y que es un buen hombre. “Él fue esencial en esa parte de nuestras vidas de niños para pensar hacia el futuro”.
Siempre recordaron las buenas acciones del profesor, es por eso, que al enterarse de la venta del vehículo, los exestudiantes del Doña Carola, armaron un grupo de WhatsApp y decidieron juntar dinero para poder comprar el vehículo.
Cuando al fin lograron el monto completo para la compra, organizaron una sorpresa la cual incluyó cámaras de televisión y la complicidad de su hijo.
Pero, la intención de los exalumnos no era sólo comprar el vehículo y devolvérselo a su profesor, sino que también organizaron una campaña para remodelar el auto y dejarlo como nuevo.
¿Cómo fue la sorpresa?
A través de un video publicado por un medio brasileño, se puede ver a Marcelo lleno de emoción. De fondo se escuchan los aplausos de sus antiguos estudiantes, que acababan de darle una gran sorpresa. “Me emocionó”, dijo Marcelo.
Un momento inolvidable para todos los presentes, el que comenzó con una entrevista para la televisión al hijo del docente jubilado con la excusa de la venta de este valioso vehículo que tenía en su poder por casi 5 décadas.
Mientras esperaban al supuesto comprador, le dijeron a Marcelo que diera su última vuelta en su querido auto. Fue en ese momento que un amigo de la familia salió al volante y, a unos pocos metros, hizo como si se le hubiera quedado. Entonces, sus exalumnos aprovecharon para darle la sorpresa.
Le entregaron la llave de su vehículo y lo ovacionaron. Marcelo lloró de emoción. Además, le contaron que tenían un proyecto para arreglarlo y quedara como nuevo.
El dato color del día fue que cuando el hombre quiso regresar a su casa, el auto no arrancaba y sus exalumnos tuvieron que empujarlo.
