Las empresas de transporte público en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) notificaron al Gobierno nacional que los salarios del mes de noviembre se pagarán en dos tramos, y que el aguinaldo se abonará en seis cuotas. Esta decisión, según los operadores del sector, responde a una crítica situación financiera resultante del congelamiento de subsidios y el aumento de los costos operativos, a pesar de que el boleto de colectivo ha tenido uno de los mayores incrementos desde la llegada de Javier Milei al poder.
¿Qué informaron las cámaras del transporte sobre la situación económica?
Las cinco cámaras de transporte automotor enviaron una carta al secretario de Transporte, Luis Pierrini, y al secretario de Trabajo, Julio Cordero. En su comunicado afirmaron: “Venimos a informar la gravísima coyuntura económica, financiera y operativa que atraviesa el sector del transporte automotor de pasajeros en todo el país, situación que ha generado un quiebre absoluto del equilibrio económico, tornando materialmente imposible sostener en tiempo y forma el pago íntegro y contemporáneo de las obligaciones salariales del personal”.
Este anuncio podría complicar las negociaciones paritarias con la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y generar presión sobre el Gobierno para revaluar el esquema de fondos compensadores que han permanecido congelados desde mediados de este año.
Detalles sobre los nuevos planes de pago y su impacto
Las empresas señalaron que durante los últimos meses habían alertado sobre ingresos insuficientes y el aumento constante en gastos esenciales como combustible, repuestos, mantenimiento, seguros y cargas sociales. En este contexto, han decidido implementar un cronograma extraordinario de pagos que comprende:
- Salarios de noviembre de 2025: dos pagos consecutivos, completando dentro de un plazo máximo de dos meses.
- Aguinaldo: pagado en seis tramos, debido a la imposibilidad de realizar el pago inmediato sin comprometer la operación del sector.
Este anuncio se produce tras un ajuste del 9,71% en las tarifas de las líneas nacionales, aunque las empresas han aclarado que este incremento no se traduce en una mejora de sus ingresos, sino que representa un mayor costo para los usuarios y un menor gasto en subsidios para el estado.
El análisis de tarifas y sus consecuencias para los usuarios
Según un informe de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), los ajustes tarifarios en el AMBA no mejoran la economía de las empresas ni los niveles de servicio. Un factor clave es la discrepancia entre el costo real del servicio y la Tarifa Técnica, que debería ser de $1.713 sin subsidios, mientras que la tarifa técnica actual se sitúa en $1.092 por pasajero.
Además, en 2025, la falta de coordinación en las tarifas entre la Provincia y la Ciudad de Buenos Aires ha resultado en diferencias de precios cercanas al 15%, lo que afecta la competitividad de las líneas nacionales en comparación con los servicios provinciales y de CABA.
A pesar de los incrementos, el análisis de AAETA indica que la Tarifa Técnica ha disminuido un 28% en la última década, mientras el costo para el pasajero ha aumentado más del 600% en 2024, superior a la inflación en CABA y la Provincia.
Por último, el envejecido parque automotor —con una antigüedad promedio de 7,7 años— es un síntoma del atraso en tarifas y subsidios desde 2016, lo que contradice la situación en la Ciudad de Buenos Aires, donde se implementa un esquema de renovación de flotas desde julio.













