Pasaron 9 años desde un escabroso episodio en Chascomús, donde familias descubrieron que el crematorio municipal les había entregado cenizas que no pertenecían a sus seres queridos, mientras los cuerpos desaparecieron por completo. La desconfianza hacia el Municipio se ha alimentado por la falta de respuestas claras en un caso que aún suscita inquietudes. Lo que debía ser un último adiós se convirtió en una trama de estafas, cuerpos extraviados y cenizas que no pertenecían a sus seres queridos.
El oscuro pasado del crematorio de Chascomús
En 2016, muchas familias de Chascomús confiaron en el crematorio municipal para despedir a sus seres queridos, pero lo que encontraron fue un sinfín de irregularidades. Según las denuncias, el acceso a los cuerpos de sus seres queridos fue negado, y recibieron cenizas que no eran de sus familiares. Inicialmente, la Justicia determinó que cuatro cuerpos no se habían cremado, condenando por estafa a Ernesto Machado, quien estaba a cargo del crematorio.
Sin embargo, los familiares creen que la cifra podría ser más alta. Ramiro Goldsztein, una de las víctimas, relató en el programa “¿Y mañana qué?” de TN su desgarradora experiencia: “El 21 de junio de 2016, falleció mi papá. Unos días después, se realizó un allanamiento y encontramos otros tres cuerpos junto al suyo”.
Las inquietudes de los familiares y la falta de respuestas
Las revelaciones acerca de la situación continúan. Goldsztein comentó que las cenizas que le fueron entregadas no correspondían a su papá. Tras el allanamiento, los cuerpos descubiertos fueron dejados en el crematorio, y su familia todavía llama a la fiscalía para saber qué se hizo con ellos. Tras insistir por obtener respuestas, Goldsztein dijo: “Me respondieron que tomaron fotos, pero no hicieron nada más. Mi papá es un desaparecido”.
El secretario de gobierno de Chascomús, Cipriano Pérez del Cerro, admitió que hubo un allanamiento, pero aclaró que no podían intervenir más: “No sabíamos lo que estaba aconteciendo. Hicimos una denuncia, pero no teníamos pruebas concluyentes”.
Escalofriantes declaraciones en medio de la investigación
La situación es alarmante. Goldsztein menciona testimonios de sepultureros que señalaron que “si conseguís un cráneo, se paga muy bien”. Además, afirmó que no se profundizó en la investigación sobre la cremación de los cuerpos por parte de Machado. La familia busca justicia y, en una audiencia reciente, Goldsztein pidió al Concejo Deliberante que vote un juicio político a los funcionarios implicados.
De acuerdo con sus palabras, fue él quien debió solicitar un nuevo allanamiento, ya que los cuerpos ya no estaban cuando esta acción fue realizada. “Esto no es una historia común; los muertos también desaparecen en este país”, lamentó. Los familiares mantienen la esperanza de que algún día se aclare el destino de sus seres queridos mientras el caso sigue abierto.
A la fecha, sigue sin saberse cuántos cuerpos desaparecieron realmente ni el destino final de los restos. La fiscalía asegura haber cumplido con las diligencias, pero los familiares insisten en que nadie profundizó la investigación sobre la posible venta de cadáveres. Mientras tanto, el horror persiste y Chascomús busca respuestas que nunca llegaron.