Whirlpool cierra planta de Pilar tras tres años y deja en la calle a 220 trabajadores

La multinacional Whirlpool anunció el cierre definitivo de su planta de lavarropas de carga frontal ubicada en el Parque Industrial de Fátima, Pilar, afectando a 220 empleados. La fábrica, inaugurada en octubre de 2022 con la meta de producir 300.000 unidades anuales y exportar el 70% de ellas, no logró alcanzar el volumen esperado y la empresa decidió cesar la producción nacional para enfocarse exclusivamente en la importación.

Entre las razones que motivaron esta decisión se encuentran los elevados costos locales que dificultan la competitividad en el mercado exportador, sumados a la apertura económica que generó una caída significativa en los precios de los productos importados. Según datos de NielsenIQ, en octubre los lavarropas se comercializaron con un 20% menos de precio que en el mismo mes del año anterior.

Whirlpool reconoció que su modelo operativo no fue tan eficiente ni ágil como se esperaba, en un contexto donde el consumo desacelera y las importaciones aumentan. Por eso, la compañía transita hacia un esquema más orientado a la comercialización que a la fabricación.

Actualmente, la empresa negocia con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) un paquete de salida para los trabajadores afectados que contempla indemnizaciones y un plus adicional. El cierre impactó no solo en la producción, sino también en áreas técnicas y de soporte como ingeniería y control de calidad.

Esta decisión se suma a la reducción de operaciones que Whirlpool había implementado el año pasado, cuando despidió a unas 60 personas debido a la pérdida de competitividad frente a Brasil. Un dirigente del sector comentó que con los precios actuales, los elevados costos, la inflación en dólares y la presión impositiva, exportar se vuelve cada vez más complicado y la producción local pierde atractivo.

El problema trasciende a Whirlpool

Alejandro Iglesias, gerente de Relaciones Institucionales de MABE (ex Alladio), recordó que hace 15 años su empresa dominaba “el 100% del mercado uruguayo” pero que ese espacio fue reduciéndose por el aumento de costos locales y la competencia china. Actualmente, exportan solo el 2% de su producción, casi nada.

La situación del mercado nacional se refleja también en otros sectores. Sergio Doldán, vicepresidente de la Cámara de la Refrigeración y el Aire Acondicionado (Cairaa) y gerente comercial de Autosal, ubicada en Villa Mercedes con 300 empleados, informó que tuvieron que despedir a 14 trabajadores recientemente por la caída en la demanda. Detalló que “desde enero, las importaciones de heladeras superan la producción total” y que “en octubre, con un mercado de 80.000 unidades, se importaron 130.000 y se produjeron 40.000”. Asimismo, advirtió que “producir una heladera en la Argentina cuesta entre 35% y 40% más que traerla de afuera”.

Autosal sigue fabricando pero decidió discontinuar algunos modelos para reemplazarlos por importados. En paralelo, otras compañías enfrentan situaciones similares: Electrolux suspendió a 400 trabajadores en Rosario y Mabe cerró su planta de Río Segundo para centralizar la producción en Luque.

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