Catorce años han pasado desde el trágico accidente en el kilómetro 156 de la Ruta Nacional Nº 3, cerca de Gorchs, entre San Miguel del Monte y Las Flores, donde una colisión múltiple se cobró la vida de 12 personas, incluyendo un bebé de Tandil, y dejó más de 20 heridos, todos vecinos de la región. Aquel siniestro, uno de los más graves en la historia de la ruta, marcó un precedente doloroso que aún resuena en las comunidades afectadas. Sin embargo, la Ruta 3 continúa siendo un escenario de accidentes frecuentes, con tragedias que se repiten casi semanalmente, intensificando el urgente reclamo por mejoras en su infraestructura vial.
La Ruta 3, una de las arterias viales más importantes del país, que transporta más del 80% de la producción nacional, continúa siendo un punto negro para la seguridad vial. Marcelo Lobrundo, referente de la agrupación Estrellas Amarillas en Azul, señaló que, a 14 años de la tragedia de Gorchs, “todo sigue igual, o peor“. Criticó el estado deplorable del asfalto, la falta de mantenimiento, la ausencia de señalización adecuada y la irresponsabilidad de algunos conductores que no respetan las normas de tránsito, como encender las luces o evitar maniobras riesgosas. “La desidia y el desinterés de los políticos de turno es alarmante. No hay ideas ni voluntad para reparar esta ruta”, afirmó Lobrundo, advirtiendo que la falta de acción pone en riesgo nuevas vidas.
En mayo de 2025, en el kilómetro 132 de la Ruta 3, en San Miguel del Monte, un micro de la empresa Cóndor Estrella colisionó de frente contra un camión, dejando un saldo de cuatro víctimas fatales y 16 personas heridas, seis de ellas de gravedad. Este trágico siniestro un caso aislado. La Ruta 3, especialmente en el tramo entre San Miguel del Monte y Las Flores, es conocida por su alta siniestralidad. Las autoridades locales y bomberos han reportado que los incidentes son frecuentes, a menudo exacerbados por condiciones climáticas adversas como la niebla, pero también por el mal estado de la vía. A pesar de los reclamos históricos para convertir este tramo en autovía y mejorar su infraestructura, los avances son mínimos. Proyectos como la autovía entre Las Flores y Coronel Dorrego permanecen estancados, mientras que los trabajos de mantenimiento realizados por Vialidad, no llegan a los sectores más críticos.
Organizaciones como Estrellas Amarillas han intentado mantener viva la memoria de las víctimas y presionar por cambios concretos. En 2022, colocaron un cartel con 12 estrellas en el lugar de la tragedia de Gorchs, un homenaje que busca no solo recordar a los fallecidos, sino también exigir responsabilidad a las autoridades. Sin embargo, los problemas persisten: baches, falta de señalización y pasos a nivel en mal estado son quejas recurrentes de los automovilistas. Los recortes presupuestarios han agravado la situación, dejando miles de kilómetros de rutas sin el mantenimiento necesario.
La tragedia de Gorchs y el reciente accidente de 2025 son un recordatorio doloroso de que la Ruta 3 sigue siendo una trampa mortal. “No podemos seguir naturalizando la muerte en las rutas”, sentencia Lobrundo, llamando a la sociedad a respetar las normas de tránsito y a las autoridades a asumir un compromiso real con la seguridad vial. Mientras las promesas de mejora no se concreten, la Ruta 3 continuará cobrándose vidas, y el dolor de las familias afectadas seguirá siendo un grito de alerta que espera ser escuchado.