Nueva Ley: Padres deberán pagar multas si no actúan ante situaciones de bullying

En medio de un crecimiento sostenido de los casos de acoso escolar, una provincia argentina decidió ir un paso más allá y avanzar con un esquema de sanciones directas a madres, padres y tutores de chicos que ejercen bullying en la escuela. La medida abrió un fuerte debate: ¿tiene sentido multar a los adultos?, ¿cuánto podrían pagar?, ¿qué pasa si mi hijo es víctima o si lo acusan de acosar a un compañero?

A continuación, un panorama actualizado para entender qué está pasando, qué propone la norma y qué implicancias tiene para las familias.

El contexto: qué se entiende por bullying y qué dice la ley nacional

En Argentina ya existe un marco legal que obliga a las escuelas a trabajar sobre la convivencia y la prevención de la violencia entre estudiantes. La Ley 26.892 de convivencia escolar y su desarrollo en la guía “Ley simple: bullying” del Estado nacional definen el acoso escolar como una forma de hostigamiento sistemático, reiterado, que puede ser físico, verbal, psicológico o virtual, y que afecta la dignidad y el bienestar del chico o la chica que lo sufre. Podés ver ese marco básico en la página oficial Ley simple: convivencia escolar – bullying.

Ese esquema nacional pone el foco en la prevención, el trabajo pedagógico, los protocolos de intervención y el acompañamiento de las familias y de los equipos escolares. Hasta ahora, sin embargo, no había una provincia que estableciera con tanta claridad multas económicas y trabajo comunitario para los adultos responsables de los chicos que hostigan.

Mendoza, la provincia que avanza con multas a los padres

La provincia de Mendoza es, por el momento, la que más lejos avanzó en esta línea. El Gobierno mendocino presentó un proyecto para reformar el Código de Contravenciones e incorporar la figura de “responsabilidad parental por acoso escolar”. La iniciativa ya obtuvo media sanción en el Senado provincial por unanimidad y está siendo tratada en la Cámara de Diputados. (senadomendoza.gob.ar)

Según el Ejecutivo mendocino, el objetivo es comprometer a las familias en la prevención del bullying y evitar que toda la carga recaiga sobre la escuela. Desde la propia administración explican que se busca un enfoque “integral”: antes de llegar a una multa, se prevén instancias de diálogo, mediación, talleres de parentalidad y protocolos obligatorios de actuación dentro de cada establecimiento. Podés encontrar la explicación oficial del proyecto en el portal del Gobierno de Mendoza.

Cómo funcionaría la ley mendocina contra el bullying

El esquema que se discute en Mendoza combina protocolo escolar y sanción contravencional. En términos simples, la secuencia sería:

  • Primero actúa la escuela, siguiendo un protocolo de prevención e intervención ya oficializado en el Boletín Oficial provincial.
  • Se convoca a las familias de la víctima y de quien ejerce el acoso, intervienen equipos técnicos y se dejan asentadas las actuaciones.
  • Si el acoso continúa o se agrava, y se comprueba que los responsables adultos no acompañan ni colaboran con las medidas indicadas, recién ahí se abre la puerta a las sanciones.

Es importante remarcar que la falta no es “tu hijo hace bullying”, sino la omisión del deber de cuidado y acompañamiento por parte del adulto responsable cuando ya hubo advertencias, reuniones y estrategias de intervención acordadas con la escuela.

Qué sanciones se prevén para madres, padres y tutores

El proyecto mendocino incluye un menú de sanciones graduadas, que pueden combinarse según la gravedad del caso y la reincidencia:

  • Tareas o trabajo comunitario
    • Hasta 50 días de tareas comunitarias.
    • Se realizarían en instituciones educativas, espacios comunitarios u organismos vinculados a niñez y adolescencia.
  • Multas económicas
    • Se fijan en función de unidades contravencionales que se actualizan periódicamente.
    • Las notas oficiales y periodísticas hablan de montos que podrían llegar hasta alrededor de $2.100.000 en los casos más graves o reiterados.
  • Talleres de parentalidad y capacitación obligatoria
    • Asistencia a instancias formativas sobre crianza, convivencia y resolución pacífica de conflictos.
    • Suelen ser el primer escalón antes de llegar a la multa.

De manera orientativa, el esquema podría verse así:

SituaciónMedidas principalesCuándo se aplicarían
Primer episodio grave, sin antecedentesEntrevistas con familias, protocolo escolar, posible taller de parentalidadLuego de una denuncia documentada en la escuela
Reincidencia o incumplimiento de acuerdosTalleres obligatorios + tareas comunitariasCuando se verifica que el acoso continúa y no hay colaboración familiar
Casos muy graves o reiteradosMultas que pueden llegar a $2.100.000 + trabajo comunitarioCuando se comprueba una omisión grave y reiterada del deber de cuidado

Los fondos recaudados por multas, según el proyecto, se destinarían a un Fondo Provincial para la Prevención y Asistencia del Acoso Escolar, administrado por la autoridad educativa local.

Qué se considera bullying y qué no

Uno de los puntos clave para padres y madres es entender qué conductas pueden derivar en una sanción:

  • Se considera bullying cuando hay:
    • Reiteración en el tiempo (no es un solo conflicto aislado).
    • Desequilibrio de poder (grupo contra uno, o un chico con clara superioridad física, social o simbólica).
    • Daño a la integridad física, psicológica o social de la víctima.
    • Puede incluir ciberbullying (hostigamiento por redes y mensajería).
  • No se considera bullying, en principio:
    • Una pelea aislada entre pares, sin antecedentes.
    • Diferencias de opinión o discusiones que se resuelven rápidamente.
    • Conflictos puntuales que se encauzan con intervención escolar y familiar.

Las definiciones que usan las provincias suelen apoyarse en el marco conceptual que ya establece la guía oficial “Convivencia escolar – bullying” del Estado nacional.

Qué tenés que hacer si tu hijo sufre bullying

Aunque la discusión pública se concentre en las sanciones, la prioridad sigue siendo proteger a la víctima y cortar el acoso. Si sospechás o sabés que tu hijo está siendo hostigado:

  • Habla con él o ella con calma
    • Evitá minimizar (“son cosas de chicos”) o dramatizar de entrada.
    • Preguntale qué pasa, hace cuánto, quiénes están involucrados.
  • Pedí una reunión formal con la escuela
    • Presentá por escrito lo que está ocurriendo.
    • Pedí que se active el protocolo de bullying vigente en la provincia. En Mendoza, ese protocolo ahora es obligatorio para todas las escuelas estatales y privadas.
  • Registrá todo
    • Guardá capturas de pantalla, mensajes, correos o notas de cuaderno.
    • Anotá fechas de reuniones y acuerdos alcanzados.
  • Pedí acompañamiento profesional
    • Si el impacto emocional es fuerte, buscá apoyo psicológico para tu hijo.
    • Algunas jurisdicciones ofrecen servicios gratuitos a través de sus ministerios de Educación o de Salud.
  • Si no hay respuesta escolar
    • Podés recurrir a la supervisión escolar, al ministerio de Educación provincial o a defensorías de Niños, Niñas y Adolescentes, según exista en tu distrito.
    • En casos extremos, también se puede realizar una denuncia ante organismos de protección de derechos o en la Justicia.

En un esquema como el mendocino, todo este recorrido previo es clave: será la base para determinar si hubo o no omisión por parte de los adultos responsables del agresor.

Qué pasa si tu hijo es acusado de bullying

El avance de normas más duras también genera preocupación en familias que temen que sus hijos sean señalados sin matices. Si tu hijo es apuntado como agresor:

  • Tomá la acusación en serio
    • Evitá la reacción automática de negar todo.
    • Pedí ver las pruebas o registros, pero sin descalificar a la víctima.
  • Participá activamente de las reuniones
    • Presentate cuando la escuela te convoque.
    • Mostrá disposición a trabajar en conjunto en un plan de reparación y cambio de conducta.
  • Acordá y cumplí compromisos concretos
    • Asistencia a talleres, seguimiento psicológico, límites claros en el uso de redes sociales, etc.
    • Cuanto más demuestres que estás interviniendo, más lejos vas a estar de caer en una figura de “omisión de deber de cuidado”.
  • Pedí que también se cuide a tu hijo
    • Aunque haya ejercido violencia, sigue siendo menor de edad y tiene derecho a apoyo y contención.
    • Un buen abordaje apunta a reparar y reeducar, no a estigmatizar.

Otras provincias que analizan copiar el modelo

El caso mendocino ya empieza a tener eco en otras jurisdicciones:

  • Santa Fe
    • Se presentó un proyecto para modificar el Código de Faltas y sumar sanciones a padres de alumnos que ejerzan bullying.
    • La propuesta habla de multas basadas en la unidad “jus” y tareas comunitarias, con montos que —según valores actuales— podrían llegar a unos $5.400.000 en los casos más extremos, además de capacitaciones obligatorias para las familias.
  • Catamarca
    • También hay una iniciativa para incorporar la figura de “responsabilidad parental por acoso escolar” en el Código de Faltas provincial.
    • El esquema es similar: capacitación, mediación y, solo si hay desinterés o resistencia de los adultos, posibilidad de sanciones económicas y trabajo comunitario.

En paralelo, otras provincias mantienen por ahora el enfoque centrado en protocolos de convivencia escolar sin multas, basados en la normativa nacional y en reglamentaciones locales propias.

Qué mirar de ahora en más como madre, padre o tutor

Mientras las leyes terminan de definirse, hay algunos puntos que conviene tener en el radar:

  • El centro de la discusión ya no es solo “qué hacen las escuelas”, sino qué hacen las familias frente al acoso.
  • Los proyectos que avanzan en Mendoza y otras provincias combinan prevención, capacitación y sanción, y no habilitan multas “automáticas” sin un proceso previo.
  • Como adulto responsable, el mensaje es claro:
    • Tenés que escuchar,
    • Acompañar las intervenciones escolares,
    • Y asumir tu parte en la construcción de la convivencia.

Estés en Mendoza o en otra provincia, la tendencia indica que el rol de madres, padres y tutores frente al bullying va a estar cada vez más en el centro del debate público y, en algunos casos, también bajo la lupa de la Justicia contravencional.

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