En los últimos años, el Sistema Solar se convirtió en una especie de “parada” de turistas cósmicos. La astronomía está revolucionada esperando la confirmación del tercer objeto interestelar (OI), un visitante que, al igual que sus predecesores, vendría viajando desde las profundidades del espacio, mucho más allá de la influencia de nuestro Sol.
Este esperado objeto recibiría la designación oficial “3I”. Pero en redes y foros empezó a sonar un nombre: 3i/Atlas. ¿Es real? ¿Ya llegó? Te contamos qué sabemos hoy, 30 de octubre de 2025, sobre este fascinante misterio.
Los viajeros que nos cambiaron todo
Para entender por qué hay tanta expectativa por “3I”, tenés que conocer a los dos primeros. Hasta hace poco, solo teorizábamos sobre la existencia de objetos de otras estrellas pasando cerca nuestro. Pero todo cambió:
- 1I/’Oumuamua (2017): El primero. Nos desconcertó a todos. Fue detectado después de que ya había pasado su punto más cercano al Sol. Era rápido, pequeño y tenía una forma extraña, como un cigarro alargado. No supimos bien qué era, si un asteroide o un tipo de cometa raro, pero su órbita era clara: venía de afuera.
- 2I/Borisov (2019): Este sí parecía un cometa más “normal”. A diferencia de ‘Oumuamua, lo vimos venir. Tenía una cola visible, compuesta de gas y polvo, y pudimos estudiarlo mucho mejor. Confirmó que los cometas de otros sistemas estelares existen y viajan por la galaxia.
¿Existe “3i/Atlas”?
Acá es donde se cruzan dos temas importantes: la búsqueda del tercero y el nombre ATLAS.
La búsqueda de “3I”
La designación “I” (por interestelar) la otorga la Unión Astronómica Internacional (UAI) solo cuando se comprueba, sin lugar a dudas, que la trayectoria del objeto es hiperbólica. Esto significa que su velocidad es tan alta que la gravedad del Sol no puede capturarlo; entra y se va para siempre.
Al día de hoy, la UAI todavía no ha designado oficialmente ningún objeto como “3I”. Hay candidatos y objetos que se estudian constantemente, pero ninguno recibió esa confirmación final.
La confusión con “ATLAS”
Entonces, ¿de dónde sale el nombre ATLAS?
ATLAS (siglas en inglés de Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System) no es un solo cometa, sino un sistema de búsqueda automática ubicado en Hawái, Sudáfrica y Chile. Su trabajo es escanear el cielo nocturno buscando cualquier cosa que se mueva, principalmente asteroides que podrían ser peligrosos para la Tierra.
El sistema ATLAS es tan bueno en su trabajo que descubre muchísimos cometas. Por eso ves ese nombre tan seguido:
- Descubre docenas de cometas cada año.
- Es muy probable que cuando “3I” sea descubierto, ATLAS sea uno de los primeros en verlo, o al menos en reportarlo (como lo fue Pan-STARRS con ‘Oumuamua).
- El año pasado, ATLAS fue co-descubridor del famoso C/2023 A3 (Tsuchinshan-ATLAS), el cometa que dio un espectáculo increíble en los cielos de 2024 y que no era interestelar.
Por lo tanto, “3i/Atlas” no es un objeto real confirmado. Es, más bien, una combinación de la expectativa por el “3I” y el nombre del prolífico sistema (ATLAS) que seguramente lo encontrará.
¿Por qué nos importa tanto encontrar otro?
Cada objeto interestelar que detectamos es una cápsula del tiempo de otro sistema solar. Estudiar su composición (de qué está hecho su hielo, qué gases emite) es como tomar una muestra de la “fábrica” donde se formaron planetas alrededor de otra estrella.
Mientras ‘Oumuamua nos dejó más preguntas que respuestas, Borisov nos mostró que los cometas de otros lugares pueden ser parecidos a los nuestros. El próximo, “3I”, podría darnos pistas fundamentales sobre si los ingredientes para la vida son comunes en la galaxia. La comunidad científica está, literalmente, con los telescopios listos esperando al próximo mensajero.
















