La “lista gris” y el botón de pánico: las nuevas herramientas que analiza el BCRA para frenar estafas virtuales

A medida que los fraudes digitales se vuelven parte cotidiana de la vida de miles de argentinos, crece la preocupación por encontrar mecanismos más efectivos para prevenirlos. Las entidades financieras, el Banco Central y especialistas en ciberseguridad coinciden en que el ciberdelito avanza más rápido que las regulaciones, lo que obliga a pensar alternativas más flexibles y preventivas.

El crecimiento del fraude digital y la respuesta del Banco Central

El aumento de estafas virtuales llevó al Banco Central (BCRA) a conformar una mesa de fraude que reúne a bancos, billeteras virtuales, especialistas y organismos del sistema financiero. El objetivo es identificar patrones, revisar prácticas y proponer herramientas que puedan implementarse sin esperar normativas que queden obsoletas en poco tiempo.

Durante su exposición en Argentina Fintech Forum, el director del BCRA, Juan Curutchet, adelantó que las discusiones todavía están abiertas, pero ya hay ideas concretas sobre la mesa. Según explicó, es fundamental actuar de forma preventiva y apoyarse en tecnologías que permitan reaccionar rápido ante comportamientos sospechosos.

La “lista gris”: cómo funcionaría el registro para detectar conductas inusuales

Entre las alternativas que analiza el Banco Central, una de las más llamativas es la creación de una “lista gris” de usuarios con comportamientos atípicos dentro del sistema financiero. No se trata de una sanción, sino de una herramienta para detectar riesgos antes de que ocurra un fraude.

El foco estaría puesto en personas que registran una cantidad excesiva de cuentas bancarias y billeteras, algo que suele usarse en esquemas fraudulentos.

Puntos relevantes del sistema propuesto:

  • La idea surge por casos de usuarios con decenas de cuentas, incluso más de 40, cuando el promedio general es de 8 cuentas por persona entre CBU y CVU.
  • Los bancos ya cuentan con herramientas para saber cuántas cuentas tiene cada cliente en el sistema, a través de la red administrada por Coelsa.
  • Aunque no existe un tope legal de cuentas, una cantidad inusual pondrá a la persona bajo análisis y podría derivar en pedidos de explicación para abrir nuevas cuentas.

Curutchet aclaró que la definición de “lista gris” puede sonar estigmatizante, pero que el objetivo es permitir que las entidades actúen con mayor prudencia ante situaciones que se repiten en los fraudes más comunes.

El “botón de pánico”: un bloqueo total por 48 horas ante una estafa

Otra de las ideas que estudia el Banco Central es implementar un “botón de pánico”, una herramienta que permita al usuario bloquear de inmediato todas sus cuentas y productos financieros por un plazo de 48 horas en caso de sospecha de estafa.

El sistema tendría como finalidad frenar transferencias o movimientos rápidos típicos de fraudes como:

  • hackeos de WhatsApp
  • captación de claves por ingeniería social
  • suplantación de identidad
  • accesos no autorizados a home banking o billeteras

El bloqueo podría aplicarse tanto a una entidad en particular como a todo el sistema financiero. Sin embargo, también se analizan riesgos como denuncias falsas o intentos de dañar a terceros.

Límites opcionales y alertas personalizadas para evitar movimientos sospechosos

Desde el BCRA sostienen que no todo debe regularse por normativa general. Por eso, se impulsa que cada banco o fintech permita a sus usuarios configurar parámetros opcionales de seguridad.

Entre ellos:

  • deshabilitar transferencias nocturnas
  • establecer montos máximos para operar sin autorización previa
  • enviar alertas ante movimientos inusuales
  • exigir doble validación para operaciones de riesgo

Este tipo de mecanismos ya existen en algunas entidades, pero la idea es que se generalicen y se vuelvan herramientas de uso cotidiano.

Un desafío regional: la IA y los fraudes cada vez más sofisticados

El fraude digital ya no es un problema exclusivamente local. Empresas de ciberseguridad advierten que los métodos utilizados en Argentina se replican en toda América Latina y evolucionan de la mano de la tecnología.

Uno de los puntos más críticos es el avance de la inteligencia artificial aplicada a los deepfakes, capaces de imitar voces, rostros y huellas digitales para vulnerar sistemas biométricos. Esto obliga a los bancos a incorporar herramientas capaces de detectar identidades falsas generadas por IA.

Según especialistas del sector, la protección del usuario requiere capas simultáneas:

  • lo que el cliente tiene (tarjeta, celular)
  • lo que el cliente sabe (contraseña, datos privados)
  • lo que el cliente es (biometría)

La IA está presionando especialmente sobre esta última categoría, lo que convierte el desafío en una carrera constante entre defensores y ciberdelincuentes.

Cooperación internacional para combatir delitos transnacionales

Otra preocupación creciente es la facilidad con la que los delincuentes trasladan fondos a través de transferencias internacionales, lo que dificulta el rastreo y la recuperación del dinero. Por eso, supervisores financieros de la región analizan la posibilidad de compartir bases de datos y sistemas de alerta para actuar de manera coordinada.

El Banco Central argentino incorporó este tema en su agenda, entendiendo que la lucha contra el fraude requiere una estrategia que supere las fronteras y se adapte a un entorno digital que cambia a gran velocidad.

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