A pocos días de las elecciones generales del 26 de octubre, una controversia política y judicial sacudió a la provincia de Buenos Aires. El pedido de La Libertad Avanza (LLA) para modificar las boletas oficiales fue finalmente rechazado, lo que generó un nuevo revés para el espacio libertario y dejó planteadas dudas sobre el impacto de esta decisión en el electorado.
La Libertad Avanza había solicitado la reimpresión de las boletas
La situación comenzó cuando los apoderados de La Libertad Avanza presentaron ante la Justicia Electoral una solicitud para reimprimir todas las Boletas Únicas Papel (BUP) de la provincia. El pedido surgió tras la renuncia de José Luis Espert, quien abandonó su candidatura luego de conocerse que recibió una transferencia de USD 200.000 del empresario Fred Machado, actualmente detenido y acusado de tener vínculos con el narcotráfico.
Además de Espert, también renunciaron Lucía Elizabeth Benardoni y María Gabriela Gobea, integrantes de la lista de diputados nacionales por Buenos Aires. Ante esta situación, LLA pidió readecuar el orden de la nómina y reemplazar las imágenes y nombres en las boletas.
Sin embargo, la Junta Electoral decidió correr traslado del planteo a otras fuerzas políticas y solicitar informes técnicos al Ministerio del Interior y al Correo Oficial de la República Argentina, antes de emitir un fallo definitivo.
Los argumentos de la Justicia para rechazar la reimpresión
El pedido fue analizado por el presidente de la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata, Jorge Eduardo Di Lorenzo; la presidenta de la Suprema Corte bonaerense, Hilda Kogan; y el juez federal con competencia electoral, Alejo Ramos Padilla.
Finalmente, los magistrados determinaron que “resulta material, temporal y jurídicamente inviable” volver a imprimir las boletas, teniendo en cuenta los plazos y costos que implicaría.
Entre los puntos destacados del fallo se consideraron:
- El proceso de impresión ya estaba culminado y las boletas se encontraban en control y distribución.
- La reimpresión afectaría la logística electoral y podría poner en riesgo la realización del acto comicial.
- El Código Electoral no prevé la reimpresión de boletas por renuncia de candidatos.
Además, la Justicia recordó un antecedente de 2015, cuando una candidata renunciante permaneció en la boleta utilizada en los comicios, sin que eso afectara la validez del voto.
Los informes técnicos y el costo millonario de reimprimir
Los informes técnicos aportados por el Ministerio del Interior y el Correo Oficial fueron determinantes para la decisión final.
El Ministerio del Interior informó que el costo total de reimprimir las boletas alcanzaría $12.169.655.000, una cifra cercana a la totalidad de los recursos destinados a gastos electorales. Aunque la cartera aclaró que existía crédito presupuestario disponible, la reimpresión demoraría al menos cinco días por lote, con una capacidad máxima de producción de 3.300.000 boletas diarias, lo que implicaría nueve días de trabajo una vez aprobadas las nuevas muestras.
Las boletas de LLA mantendrán la foto de Espert
De acuerdo con la resolución firmada, las boletas únicas ya impresas conservarán plena validez y vigencia como instrumento oficial de votación.
La Secretaría Electoral del distrito detalló que hasta el momento ya se habían impreso y entregado 14.432.516 boletas únicas, actualmente en etapa de control y preparación para su distribución, en un proceso que involucró a más de cien agentes trabajando diez horas diarias desde el 24 de septiembre.