Un operativo de tránsito realizado el fin de semana a la salida de una jineteada en Pueblo Santa María, partido de Coronel Suárez, desató un fuerte malestar en la comunidad y derivó en una decisión política de alto impacto: el intendente Ricardo Moccero solicitó la separación del cargo del jefe policial que habría ordenado el control. “Los gauchos obviamente no van a tomar Coca Cola ni jugo de naranja. Entonces, con una copita de vino ya les da (positivo)”, argumentó el jefe comunal.
El procedimiento se llevó a cabo tras una jineteada organizada por el Club El Progreso y, según trascendió, fue dispuesto por la Comisaría 3ª de Coronel Suárez con asiento en Pueblo San José, a cargo del teniente Martín Guevara. De acuerdo a medios locales, unas 200 personas fueron sometidas a controles de alcoholemia, lo que generó demoras, quejas y acusaciones de un accionar con fines recaudatorios.
Ante el creciente descontento, Moccero participó de una reunión con instituciones y vecinos de Santa María, donde respaldó públicamente el enojo de la comunidad y calificó el operativo como “ridículo”. El jefe comunal cuestionó especialmente el horario del control —alrededor de las 19— y consideró inapropiado aplicar la Ley de Alcohol Cero en el contexto de eventos tradicionales como las jineteadas.
En ese marco, el intendente confirmó que tomó medidas directas y pidió al ministro de Seguridad bonaerense la separación del teniente Guevara. Además, sostuvo que los controles de alcoholemia deberían realizarse en la madrugada, con el objetivo de prevenir accidentes, y no durante el horario de finalización de eventos familiares.
Las críticas también llegaron desde el Club El Progreso. Su presidente, Gustavo Di Battista, exsecretario de Gobierno y Seguridad del distrito, calificó el operativo como “una emboscada” y denunció un procedimiento irregular, con embotellamientos, detenciones masivas y demoras prolongadas. Aseguró que todas las personas sometidas al test dieron resultado negativo.
Si bien Di Battista aclaró que no se oponen a los controles de alcoholemia, remarcó que el problema fue el lugar, el horario y la modalidad aplicada. Además, asistentes y colaboradores del club expresaron su malestar en redes sociales y reclamaron identificar a los responsables del operativo, al que vincularon con un posible abuso de autoridad.
El episodio abrió un fuerte debate en Coronel Suárez sobre los límites de los controles policiales, el respeto a las tradiciones locales y el rol de las fuerzas de seguridad en eventos masivos.
Fuente: Agencia DIB
















