El comisario general Daniel García, que llegó a lo más alto de la fuerza de seguridad más numerosa del país en diciembre del año pasado, fue desplazado este viernes como jefe de la Policía Bonaerense, lugar que de ahora en más ocupará el comisario mayor Julio Poles.
García estuvo dos meses como jefe interinohasta que en marzo se oficializó su designación. Seis meses después, le explotó en la cara la grave sublevación policial, no obtuvo respuesta de los uniformados a sus planteos y quedó fuertemente debilitado en la estructura de mando.
El episodio más emblemático de la pérdida de autoridad ocurrió la semana pasada en Puente 12, La Matanza, cuando salió a hablar con los manifestantes y su discurso fue acallado a gritos por los uniformados, sin posibilidad de continuar con el diálogo.
Los cambios en la Policía Bonaerense se venían especulando desde que finalizó el levantamiento policial, que llegó a rodear la residencia del gobernador Axel Kicillof y del presidente Alberto Fernández, pero finalmente se terminaron concretando este viernes por la mañana.
Otras de las modificaciones se dio en la Superintendecia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado, que pasará a estar a cargo del comisario general Horacio Manuel Jacquet en reemplazo de su par Daniel Agüero, quien pasará a ser responsable de Inteligencia.
