Después de una intensa ola de frío polar y tormentas de viento, las costas bonaerenses recuperaron la calma. Este nuevo clima ha traído consigo la llegada de ballenas francas, que se pueden ver desde la orilla mientras emprenden su migración hacia el sur y la Patagonia durante el invierno.
¿Dónde se avistaron las ballenas francas en la costa bonaerense?
El avistamiento más reciente ocurrió este sábado frente a las playas de Orense, en el partido de Tres Arroyos, ubicado a 550 kilómetros de Buenos Aires. Este punto se ha convertido en un destino muy apreciado por los pescadores, que no solo buscan el deporte, sino también experiencias únicas.
Un grupo de pescadores de La Plata, junto a un conocido ex platense que reside en la costa, vivió una experiencia memorable al ser “acompañados” durante más de una hora por al menos dos impresionantes ballenas. Estas gigantescas criaturas rodearon su bote semirrígido, que era tres veces más pequeño que ellas, en un juego que se desarrolló en medio del Atlántico.
¿Cómo fue la interacción con las ballenas en el mar?
Los pescadores lograron captar el momento en videos, donde se observa cómo los cetáceos se acercan amistosamente a la lancha, aunque la situación no estaba exenta de riesgo. Uno de los pescadores relató: “Estuvimos casi una hora pescando con ellas dando vueltas alrededor de la lancha”.
Este encuentro se produjo a tan solo 600 metros de la costa y, según fuentes cercanas, se cree que son los mismos ejemplares que fueron avistados días atrás frente a las playas de Necochea y San Cayetano.
Implicaciones para el turismo y la conservación marina
El avistamiento de ballenas en la costa bonaerense no solo representa un atractivo para los pescadores y turistas, sino que también subraya la importancia de la conservación marina. La presencia de estos cetáceos en zonas costeras durante el invierno está vinculada con cambios en su comportamiento migratorio.
Las ballenas francas son una especie emblemática del océano Atlántico y su avistamiento se ha vuelto cada vez más común en las últimas temporadas. Esto plantea interrogantes sobre su comportamiento adaptativo ante cambios ambientales, así como la necesidad de vigilancia y protección en sus rutas migratorias.