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Baja participación electoral: ¿Un reflejo de la desilusión política en Provincia de Buenos Aires?

La jornada electoral del 7 de septiembre de 2025 en la provincia de Buenos Aires cerró con una participación del 50,5% hasta las 16:00, según datos de la Junta Electoral bonaerense, un nivel significativamente inferior al promedio histórico del 77% para elecciones de medio término. Este ausentismo récord, que no superó el 60% al cierre, plantea una pregunta inevitable: ¿es esta baja concurrencia un síntoma de desilusión política, desconfianza en las instituciones o simplemente un reflejo de la fatiga electoral en un contexto de crisis económica y polarización?

Un contexto de apatía electoral

La provincia de Buenos Aires, el distrito más poblado del país con 14,3 millones de electores habilitados, eligió este domingo 46 diputados, 23 senadores provinciales, 1.097 concejales y 401 consejeros escolares en 41.189 mesas distribuidas en 6.934 locales de votación. Sin embargo, la afluencia a las urnas fue notablemente baja, siguiendo la tendencia observada en otras provincias que desdoblaron sus comicios en 2025, como Santa Fe (46%) y la Ciudad de Buenos Aires (53,3%). Según datos de Chequeado, el promedio de participación en las ocho provincias que ya votaron este año fue del 58%, 19 puntos por debajo de la media histórica.

Hilda Kogan, jueza de la Suprema Corte bonaerense y miembro de la Junta Electoral, expresó a principios de julio su preocupación por el “bajo nivel de participación” observado en otros distritos, un fenómeno que se confirmó en Buenos Aires. “La gente está cansada, desmotivada. La política no está dando respuestas claras”, afirmó a este medio Raúl Fernández, un votante de 65 años de La Plata, quien decidió no acudir a las urnas por primera vez en cuatro décadas.

¿Por qué no votaron los bonaerenses?

La decisión de desdoblar las elecciones provinciales de las nacionales, un hecho inédito desde 2003, ha generado un calendario electoral intenso para los bonaerenses. En menos de dos meses, los votantes deberán acudir nuevamente a las urnas el 26 de octubre para las elecciones legislativas nacionales. Este doble esfuerzo, sumado a la campaña constante en medios y redes sociales, parece haber desmotivado a una parte significativa del electorado. “Es mucho. Votar ahora, volver a votar en octubre, leer propagandas todo el tiempo… cansa”, expresó Laura Martínez, una votante de 38 años de La Plata, en diálogo con este medio.

Analistas coinciden en que la cercanía de ambos comicios pudo haber jugado un rol central. “El desdoblamiento genera fatiga electoral. Los ciudadanos, especialmente en un contexto de crisis económica, no ven sentido en participar en dos elecciones tan próximas”, explica Facundo Cruz, analista político. A diferencia de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), que históricamente concentraban la atención ciudadana en una sola instancia, el desdoblamiento fragmenta el entusiasmo y diluye la percepción de relevancia de cada voto.

Además, la polarización entre La Libertad Avanza (LLA), liderada por Javier Milei, y Fuerza Patria, encabezada por Axel Kicillof y Sergio Massa, ha generado rechazo en sectores desencantados con ambos polos. “No me siento representado por ninguno. Todos prometen, pero la vida sigue igual o peor”, comentó María González, una comerciante de 32 años de Quilmes. Este sentimiento se ve agravado por la crisis económica, con una inflación persistente y un empleo formal en retroceso, que afecta especialmente al conurbano, donde se concentra el 70% del padrón electoral.

Facundo Cruz, analista político, señala que la baja participación no es homogénea. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, las comunas con menor asistencia (como la 1 y la 8) son de sectores populares, lo que sugiere que el ausentismo podría haber afectado más a Fuerza Patria. Sin embargo, en zonas de clase media-alta, como la Quinta sección (Mar del Plata), LLA también enfrenta riesgos si los jóvenes no acudieron a votar. “La apatía no discrimina ideologías, pero impacta diferente según el territorio”, explica Cruz.

El peso de los escándalos y la desconfianza

El contexto político reciente no ayudó a incentivar la participación. La campaña de LLA se vio opacada por denuncias de corrupción, incluyendo audios filtrados que involucran a Karina Milei en presuntos sobornos, lo que generó críticas y memes en redes sociales. Aunque el hashtag #YoVotoLLA fue tendencia con más de 143,000 tweets, según datos de X, la narrativa de “traición al cambio” pudo haber desmotivado a parte de su base. Por otro lado, el peronismo, pese a su sólida estructura territorial, enfrentó el desafío de movilizar votantes tras la detención de Cristina Kirchner, que limitó su presencia en la campaña.

“La política está en crisis de credibilidad. La gente ve escándalos, promesas vacías y una economía que no arranca. Votar para muchos ya no tiene sentido”, opina Ana López, socióloga de la Universidad de Buenos Aires. Esta percepción se refleja en las redes, donde usuarios expresaron frustración con comentarios como “No voto, total siempre ganan los mismos” o “Prefiero no elegir entre lo malo y lo peor”.

Lecciones de la historia

La baja participación no es un fenómeno nuevo, pero sí se ha acentuado. Según Chequeado, desde el retorno de la democracia en 1983, las elecciones legislativas generales promediaron un 77,2% de participación. En la era pre-crisis (1983-2001), se llegaba al 80%, mientras que en 2021, la asistencia cayó al 71,39%, el mínimo histórico hasta entonces. La caída en 2025, especialmente en un distrito clave como Buenos Aires, enciende alertas sobre la salud de la democracia participativa.

En comparación, elecciones anteriores con alta polarización, como las de 1983 (85,8% en CABA) o 2019 (80,1%), lograron movilizar a los votantes por el contexto de cambio o esperanza. En 2025, la ausencia de una narrativa inspiradora y el desgaste de la clase política parecen haber pesado más.

¿Qué sigue para la Provincia de Buenos Aires?

Los resultados de estas elecciones, que se conocerán a partir de las 21:00 en resultados.eleccionesbonaerenses.gba.gob.ar, no solo definirán la composición de la Legislatura bonaerense, sino que actuarán como un termómetro para las elecciones nacionales del 26 de octubre. Una victoria de Fuerza Patria podría fortalecer a Kicillof como líder opositor, mientras que un buen desempeño de LLA consolidaría la influencia de Milei en el principal distrito electoral del país.

Sin embargo, la baja participación plantea un desafío mayor: recuperar la confianza ciudadana. “La política debe volver a conectar con la gente, no solo con promesas, sino con resultados concretos”, afirma López. Mientras los bonaerenses esperan los resultados, la pregunta persiste: ¿podrá la clase política interpretar este mensaje de las urnas vacías?

Consulta los resultados en vivo en resultados.eleccionesbonaerenses.gba.gob.ar y comparte tu opinión: ¿por qué crees que la participación fue tan baja?

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