La historia de Víctor Díaz, un peón rural del distrito bonaerense de San Vicente, conmovió profundamente a miles de personas en todo el país. Su emotiva despedida de un perro que lo acompañaba en sus jornadas laborales —tras ser echado— se viralizó en redes sociales y generó una fuerte reacción pública y oficial.
Díaz, un joven paraguayo con una gran presencia en redes sociales (más de 670.000 seguidores en Instagram), se hizo conocido por compartir contenidos relacionados con el trabajo rural. Sin embargo, fue su video llorando al dejar la estancia donde había trabajado durante más de una década lo que terminó de instalar su figura en la agenda pública.
En las imágenes, el trabajador no solo expresa su tristeza por perder el empleo, sino especialmente por tener que alejarse del perro del campo, al que consideraba su compañero fiel. “Mi buen amigo, lo voy a extrañar un montón”, se lo escucha decir entre lágrimas.
Frente a la repercusión del caso, el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Walter Correa, tomó intervención directa y realizó una inspección en el establecimiento donde trabajaba Víctor.
Desde el organismo confirmaron que se constataron graves irregularidades laborales y de seguridad. Según detallaron, se hallaron:
- Cables eléctricos expuestos
- Falta de entrega de elementos de protección personal
- Ausencia de condiciones higiénicas en la vivienda y en el lugar de trabajo
Ante esto, el Ministerio intimó al empleador a regularizar la relación laboral y adecuar el ambiente a las condiciones mínimas de salud y seguridad requeridas por la normativa vigente.
Además, las autoridades recordaron que cualquier persona puede denunciar situaciones laborales similares de forma anónima, escribiendo a [email protected] o llamando al 0800-666-2187.
El caso de Víctor Díaz pone en evidencia no solo la precarización que todavía sufren muchos trabajadores rurales en la provincia, sino también el fuerte impacto humano que implica una desvinculación laboral, especialmente en entornos donde se construyen vínculos que van más allá del trabajo.
Mientras tanto, el joven continúa activo en sus redes sociales y agradeció el acompañamiento recibido: “Me explotó el celular. Gracias a todos por el cariño, no lo puedo creer”, comentó.