Los abuelos abandonados por su hijo en un bar de Rosario consiguieron un nuevo hogar

Francisco Díaz

La pareja de ancianos que a principios de junio fue abandonada por su hijo en un bar de Rosario encontraron un lugar donde vivir, ya que fueron albergados en el hogar Español donde quedarán alojados junto a otros abuelos. Además, le pidieron a su hijo que “vuelva” a tener contacto con ellos.

En diálogo con el programa La primera de la tarde (Radio 2), la directora del Hogar Español de Rosario, Gabriela Alabern, contó que Hugo de 92 años y su mujer Hilda, de 88, llegaron el lunes a las 11 y están “muy contentos”.

“Están felices, contentos. Lo primero que me preguntó Hilda era si estarían juntos en la habitación y por supuesto que le dijimos que sí”, comentó Alabern y añadió que desde la institución decidieron intervenir desde un primer momento.

“Nos pareció que este caso era uno más para dar una mano. Hemos hablamos con su hijo y le ofrecimos venir al hogar”, contó la directora.

Además, indicó que el Hogar Español es una organización civil sin fines de lucro que tiene alojados 76 abuelos: algunos subvencionados por el gobierno español, otros por el gobierno de la provincia de Santa Fe y otros por el Pami.

“Esperaremos que el Pami o alguna institución nos de un apoyo y si no, los atenderemos de corazón”, dijo Gabriela Alabern y agregó que por ahora la pareja de abuelos no necesita nada.

Por otra parte, los abuelos afirmaron que quieren reencontrarse con el hijo que los abandonó y que “lo oscuro ya pasó”. “Hugo querido: estamos bien, te queremos mucho y te extrañamos. No te asustes, vení”, expresó Hilda en un reportaje televisivo en el que se mostró sonriente y más de una vez se esforzó en contener las lágrimas.

Acompañada por su marido después de instalarse en una de las habitaciones del Hogar Español, la anciana cuya historia conmovió al país le dijo a la prensa que aceptó de inmediato la propuesta para mudarse. “No lo pensé mucho, vinimos y vimos que era lindo. Nos acordábamos que vivimos cerca de aquí”, comentó sobre la visita previa.

A pesar de la difícil situación que vivió a principios del mes pasado, el matrimonio desalojado se mostró contento y con ganas de recomponer la relación con el hijo con el que vivían hasta que fueron desalojados. No obstante, la mujer no pudo evitar la angustia al repasar esa escena y admitió al borde del llanto: “Dejar la casa es muy triste. Perder lo de tanto tiempo es algo muy fuerte pero juntándonos él y yo, todo va”.

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