Preocupación por la invasión de ardillas detectadas en varios puntos del país ¿Por qué son peligrosas?

Sofía Martínez

Se registró una invasión de ardillas de vientre colorado en provincia y Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Este fenómeno generó preocupación entre las autoridades ya que pueden romper los cables de telecomunicaciones, atacar plantaciones o transmitir enfermedades como la leptospirosis.

La Secretaria de Política Ambiental en Recursos Naturales del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Florencia Gómez, explicó que “las ardillas de vientre colorado han sido traídas en 1970 a Jáuregui, cerca de Luján, para adornar el paisaje porque a un señor le hacían acordar a su Bélgica natal. Ahora hay más de 100.000 ejemplares en la Provincia y Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza y Córdoba“.

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El mes pasado, el ministerio incluyó a esta especie de ardillas en el listado de especies exóticas invasoras presentes en el territorio argentino. Además, informaron que “las especies invasoras son una de las principales amenazas a la conservación de la diversidad biológica”.

¿Cuáles son los riesgos de una invasión de ardillas?

“Sus riesgos asociados pueden aumentar debido al incremento del comercio mundial, el transporte, el turismo y el cambio climático. Muchas de las especies exóticas que se vuelven invasoras fueron trasladadas de manera intencional con fines como la producción y el aporte de insumos para la industria, la caza y su uso ornamental, como animales de compañía y otros”.

Gómez entonces, aseguró que “como las ardillas no tienen depredadores, avanzan sobre el ecosistema sin ningún control como lo que ocurre con el castor en Tierra del Fuego”.

En la provincia de Buenos Aires se han reportado daños en barrios privados de Luján, Pilar y Escobar, donde están comiendo los cables de telecomunicaciones y las mangueras de riego, mientras que en CABA, se pueden encontrar en espacios grandes como la ex ESMA, el Jardín Botánico o en Agronomía.

“Incluso en Córdoba se han expandido en Calamuchita, en La Cumbrecita, adonde las han llevado para unos hoteles y las han soltado ahí y en Mendoza están muy alertas porque pueden avanzar hasta los viñedos y generar una catástrofe en la producción”, indicó Gómez.

¿Por qué son peligrosas?

La funcionaria advirtió que los principales riesgos que provocan este tipo de ardillas son afectar la biodiversidad, porque hay más de 650 especies, y constituye un peligro para la salud humana donde pueden proliferar casos de leptospirosis a través de su orina, una enfermedad grave que puede afectar el funcionamiento de riñones y el hígado, llegando a causar la muerte.

Lo que no hay que hacer es tocarlas, no trasladarlas ni llevarlas a la casa como mascota, hay que denunciar su presencia al Ministerio de Ambiente o a alguna dirección de zoonosis local. Las ardillas son carismáticas, entonces es doble es desafío de alertar a la ciudadanía”, explicó Gómez, y concluyó que “lo que buscamos es que no avancen hacia más lugares”.

“Lo principal es detener la curva de crecimiento, y para eso hay que poner en alerta a la gente, que avise a las autoridades apenas ven un ejemplar y ahí ya hay distintos métodos de control”, finalizó Gómez.

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