A solo días de las elecciones legislativas de octubre de 2025, el tablero electoral argentino se presenta polarizado y geográficamente dividido. Si bien el oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) lidera la intención de voto a nivel nacional, un análisis detallado de las encuestas recientes revela que la principal oposición, Fuerza Patria, conserva una ventaja significativa en el distrito clave: la Provincia de Buenos Aires (PBA).
El resultado final de la elección se define en dos campos de batalla con dinámicas diferentes.
La paradoja Nacional: LLA es el más votado, pero la oposición suma más
La mayoría de los sondeos a nivel federal indican que LLA es, hoy por hoy, la fuerza individual con mayor caudal de votos. Las proyecciones la ubican en un rango de 27% a 30% de intención de voto para diputados nacionales.
- Liderazgo por polarización: Este primer puesto se sostiene, en gran medida, por la polarización y la fragmentación de la oposición. El electorado que apoya al Gobierno mantiene su respaldo a pesar del ajuste económico, mientras que el voto opositor se distribuye en múltiples opciones (Fuerza Patria, el PRO, la UCR y otras fuerzas menores).
- La Diáspora de JxC: La fractura de la coalición Juntos por el Cambio (JxC) implica que sus votos se disgregan, o en acuerdos con LLA (como en CABA), o permanecen dispersos, lo que facilita el liderazgo numérico de los libertarios.
Sin embargo, si se suma la intención de voto de Fuerza Patria y los espacios no alineados con el Gobierno (como el peronismo no K y la Izquierda), la oposición agregada supera el porcentaje de LLA a nivel nacional. Esto subraya que la gestión de Milei todavía no logra sumar una mayoría consolidada.
La Provincia de Buenos Aires: El colchón de Fuerza Patria
El contrapeso a la tendencia nacional se encuentra en la Provincia de Buenos Aires, el distrito con la mayor concentración de votantes. Es acá donde las encuestas otorgan una ventaja clara a la boleta encabezada por Fuerza Patria.
- Ventajas de dos dígitos: Consultoras como Zuban Córdoba y Nueva Comunicación coinciden en que la oposición saca una diferencia de entre 10 y 15 puntos sobre La Libertad Avanza en territorio bonaerense.
- Factor Kicillof: Esta ventaja se cimenta en la estructura territorial del peronismo y el apoyo que conserva el Gobernador Axel Kicillof. El voto bonaerense parece estar actuando como un voto castigo a la gestión económica nacional, mientras se refugia en la fuerza que administra el distrito.
- El impacto de LLA en PBA: La lista de LLA en la Provincia, incluso con movimientos de figuras como Diego Santilli, no ha logrado revertir la tendencia negativa que enfrentan en el conurbano y los sectores con mayor afectación por la caída del poder adquisitivo.
El escenario provincial se puede sintetizar así:
Fuerza Política (PBA) | Proyección (Intención de Voto) | Implicancia Electoral |
Fuerza Patria | 38% – 42% | Asegura un fuerte bloque de diputados para limitar las leyes del oficialismo. |
La Libertad Avanza | 25% – 30% | Mejoraría su caudal de bancas respecto a 2023, pero no lograría la mayoría bonaerense. |
El papel de los Indecisos y la fiscalización
Un factor transversal a todas las encuestas es el alto porcentaje de indecisos o votantes que responden “no sabe”, un segmento que en muchos estudios aún supera el 18%.
- Este grupo, históricamente, tiende a definirse en la última semana, y su distribución tiene el potencial de modificar los resultados proyectados tanto a nivel nacional como en los duelos distritales.
- Las fuerzas políticas intensifican sus campañas finales apuntando a movilizar este segmento, que, en un escenario de extrema polarización y crisis económica, puede optar tanto por respaldar el cambio prometido por el Gobierno como por frenarlo.
La clave de octubre no estará solo en quién gane en el agregado nacional, sino en la distribución de bancas que se logre en la Cámara de Diputados y el Senado. LLA necesita sumar legisladores para desarticular los bloqueos opositores, mientras que Fuerza Patria busca retener la mayor cantidad de escaños posible para garantizar el poder de veto en proyectos centrales como la Reforma Laboral o la privatización de empresas públicas.