
La subasta se efectuó por cuenta y orden de la Municipalidad y sus autoridades anhelaban deshacerse de gran cantidad de bienes que desde hace varios años se encontraban abandonados y en la actualidad ocupan demasiados espacios en distintos sectores de la ciudad.
Sin embargo no hubo interés en la mercadería que se puso a la venta, con excepción de tres automóviles que constituyeron las únicas operaciones concretadas.















