En un contexto donde la inflación sigue impactando en el bolsillo y el consumo interno de carne vacuna muestra señales de estancamiento, una medida del Gobierno nacional busca alterar el tablero del mercado. El ingreso masivo de cortes importados comienza a notarse en góndolas y carnicerías, generando expectativas de una posible baja en los precios al consumidor.
El volumen de carne importada crece y ya se siente en el mercado
Durante los primeros meses del año, las importaciones de carne se aceleraron a niveles no habituales para la Argentina. Se trata principalmente de cortes de carne vacuna procedentes de Brasil y Paraguay, que ingresan al país con precios más competitivos y con una calidad adaptada a los estándares del consumo local.
Según datos oficiales, el volumen importado alcanzó un ritmo de aproximadamente 2.000 toneladas por mes, una cifra muy superior a los niveles históricos. Esta tendencia responde a una combinación de factores:
- Mayor disponibilidad de stock en países vecinos.
- Costos logísticos más bajos.
- Paridad cambiaria favorable para importar.
- Acuerdos comerciales entre frigoríficos argentinos y proveedores del Mercosur.
Esta situación generó un impacto inmediato en el canal mayorista, donde los precios comenzaron a mostrar leves retrocesos en algunos cortes populares.
Qué cortes de carne se están importando y dónde se consiguen
La mayoría de las importaciones se concentran en cortes de consumo masivo y bajo costo, ideales para competir con la oferta nacional. Entre ellos se destacan:
- Carnaza
- Falda
- Paleta
- Tapa de asado
- Cuadrada
Estos productos están comenzando a aparecer principalmente en grandes cadenas de supermercados y en carnicerías de zonas urbanas, especialmente en el AMBA.
Distribución estimada del ingreso de carne importada:
Origen | Participación estimada |
---|---|
Brasil | 65% |
Paraguay | 30% |
Otros países | 5% |
El impacto de estas compras externas no sólo se da en el precio del kilo al público, sino también en la competencia entre frigoríficos locales y los importadores, lo cual presiona a la baja los márgenes de comercialización.
El objetivo del Gobierno: presionar los precios a la baja
Con esta estrategia, el Gobierno nacional busca incrementar la oferta interna de carne vacuna y así contener o revertir la suba de precios que viene afectando al rubro alimenticio. El Ministerio de Economía sostiene que la apertura de importaciones forma parte de un esquema de competencia que, sin afectar la producción local, apunta a garantizar precios accesibles para los sectores de menores ingresos.
En esta línea, también se articulan otras medidas:
- Monitoreo semanal de precios en el Mercado Central y cadenas de supermercados.
- Acuerdos voluntarios con frigoríficos y distribuidores.
- Seguimiento de los márgenes de ganancia minoristas.
Desde el Gobierno aseguran que, con la estabilización del dólar oficial y el freno a la inflación, las carnes deberían experimentar una baja de entre 5% y 10% en las próximas semanas, especialmente en cortes económicos.
Reacciones del sector ganadero y preocupaciones
El sector productor no recibió con agrado la noticia del crecimiento de las importaciones. Entidades rurales y cámaras frigoríficas locales advirtieron que esta práctica podría tener un impacto negativo en la cadena de valor nacional, afectando el precio pagado al productor y reduciendo la rentabilidad en origen.
Entre los principales reclamos se destacan:
- Falta de incentivos para la producción local.
- Desigualdad de condiciones frente a carnes importadas más baratas.
- Pérdida de competitividad en las economías regionales.
Pese a estas advertencias, desde el Gobierno sostienen que la medida es transitoria y focalizada, y que no se comprometerá el desarrollo del sector ganadero nacional, sino que se buscará un equilibrio entre oferta, demanda y precios accesibles.
Impacto en el consumidor y lo que puede esperarse en el corto plazo
Para el consumidor argentino, acostumbrado a que la carne vacuna sea un bien esencial en su dieta, la llegada de productos más baratos podría representar un alivio frente a la suba generalizada de alimentos. Si bien todavía no se observa una baja significativa en carnicerías de barrio, ya hay cadenas que comenzaron a ofrecer promociones y cortes especiales de origen importado.
Además, esta mayor competencia podría impulsar:
- Nuevas promociones y descuentos semanales.
- Alternativas en carne envasada o al vacío.
- Mayor oferta de combos accesibles.
La clave estará en cómo se articula esta política con la producción local y si el consumidor percibe efectivamente una mejora en su poder de compra a través de precios más bajos, sin comprometer la calidad del producto.